La Unidad Militar de Emergencias (UME) ha informado hoy que destinará hasta 1.400 efectivos para la lucha directa contra incendios forestales y 1.500 para apoyo logístico en la actual campaña, además de un dron terrestre para incrementar la seguridad.

En el evento de presentación de la campaña contra incendios forestales (LCIF) en la Base Aérea de Torrejón, estuvieron presentes la ministra de Defensa, Margarita Robles, y el general de división del Ejército de Tierra, Francisco Javier Marcos Izquierdo, jefe de la UME.

Robles subrayó «la tranquilidad y seguridad» que aporta la UME en la lucha contra los incendios, destacando también «el componente humano» en sus operaciones. Expresó su esperanza de que esta campaña no requiera un esfuerzo excesivo debido a los incendios.

La campaña, que se extiende del 1 de junio al 30 de septiembre, siguiendo las directrices del Comité Estatal de Coordinación (Cecod), tiene como objetivo fortalecer la acción de las comunidades en Protección Civil y gestión forestal durante este período.

Una de las novedades de esta campaña es la incorporación de una máquina automotriz teleoperada, un dron terrestre recientemente adquirido, que formará parte de la futura Unidad de Drones de la UME (Udrume).

UN DRON INNOVADOR

Este innovador dron terrestre, de gran tamaño y peso, tiene una autonomía de ocho horas y capacidad para desbrozar y crear cortafuegos. Permite realizar tareas de ataque directo e indirecto en apoyo a los intervinientes, mejorando su seguridad y complementando el trabajo de las máquinas de ingenieros tipo bulldozer.

«Es un dron absolutamente innovador no solo para las fuerzas armadas, sino también para las administraciones del Estado, e incluso a nivel europeo», explicó el jefe de la UME. «Estas capacidades tecnológicas nos permitirán responder rápidamente y, sobre todo, mejorar la seguridad de los intervinientes» en la lucha contra los incendios, añadió.

El dron también permite ahorrar personal, ya que puede realizar el trabajo de diez a doce militares, que podrán ser asignados a otras tareas.

Otra de las mejoras de esta campaña es la actualización de los sistemas de telecomunicaciones, que permitirán una mejor transmisión de datos e imágenes gracias a la mayor capacidad de transmisión satelital y el uso de terminales Starlink. Además, se incrementará la capacidad de comunicación por Tetrapol, lo que optimizará las comunicaciones y el posicionamiento.

También se contempla el uso de los Vehículos de Intervención en Áreas Contaminadas (Vintac) para proteger puntos críticos o sensibles, siempre y cuando el acceso lo permita.

DESTACAMENTOS

La UME organiza a sus militares en secciones de intervención, con 31 secciones distribuidas entre los cinco Batallones de Intervención en Emergencias (BIEM) y la Unidad de Intervención en Emergencias (UIEM) de Canarias. Además, contará temporalmente con personal y material en distintas áreas para reducir el tiempo de despliegue en caso de intervención.

Estos destacamentos incluyen el Acuartelamiento Jaime II en Palma de Mallorca, con medios para una sección de intervención en LCIF y cuatro autobombas con cuatro efectivos; Sa Coma en Ibiza, con medios para un pelotón de intervención en LCIF y tres autobombas con tres efectivos.

Asimismo, el Acuartelamiento de San Isidro en Mahón (Menorca) dispone de herramientas manuales y mecánicas para un pelotón de intervención en LCIF. La Base Aérea de Armilla (Granada) y la Base General Morillo (Pontevedra) realizarán reconocimientos para posibles despliegues, según evolucione la campaña.

Por otro lado, el Grupo 43 del Ejército del Aire y del Espacio trabajará con aviones apagafuegos Canadair CL 215-T y CL 415-T, desplegando las aeronaves en Zaragoza, Pollensa (Mallorca), Santiago de Compostela (A Coruña), Salamanca, Málaga, Badajoz y Torrejón de Ardoz (Madrid).

El Batallón de Helicópteros de Emergencia (BHELEME II) del Ejército de Tierra operará desde sus bases en Colmenar Viejo (Madrid) y Bétera (Valencia).