Construida sobre un antiguo templo romano dedicado a Augusto, la Catedral de Santa Tecla es una joya arquitectónica significativamente desestimada. Desde su fundación en el siglo XII, esta edificación ha sido testigo de dramáticos acontecimientos, revueltas y episodios legendarios.

LA CATEDRAL DE SANTA TECLA

La contienda de la nobleza normanda por recuperar su dominio perdido, el papel del arzobispo como corsario en la disputa por el Mediterráneo, y la peculiar historia de una capilla construida con restos romanos, son solo algunos de los capítulos que dotan a este lugar de un misticismo singular.

Entre sus muros, se despliegan historias de contrastes y paradojas, como la del arzobispo pirata que se lanzó a la aventura de la piratería. La catedral también alberga la capilla de Santa Tecla la Vella, un santuario románico que se erige como testigo silencioso de la rica historia religiosa y cultural de Tarragona, complementando el mosaico histórico con sepulcros de distintas épocas.

La riqueza artística y simbólica de la Catedral de Tarragona se ve aún más realzada por sus características arquitectónicas. Esta arquitectura comprende el románico con el gótico temprano, creando un espacio de belleza y significado trascendental.

MÁS DE 100 AÑOS SIENDO MONUMENTO NACIONAL

Declarada Monumento Nacional en 1905, esta catedral se erige como un desafío a la exploración y al reconocimiento. Invitando así, a descubrir sus encantos ocultos y valorar la riqueza de un patrimonio que trasciende lo meramente arquitectónico.

La Catedral de Santa Tecla en Tarragona se postula así como una visita obligada para quienes buscan sumergirse en historias talladas en piedra. Además, constituye un testimonio imprescindible del legado histórico y cultural de Tarragona.