El caqui, originario del centro-sur de China, ha encontrado en Valencia un lugar ideal para su cultivo. Las condiciones climáticas favorables de la región, con inviernos suaves y veranos cálidos, junto con suelos fértiles, han permitido que el caqui prospere.

Además, las variedades valencianas, como el caqui Persimon, se han ganado una merecida fama por su textura firme y su sabor dulce y jugoso. Esta variedad cuenta con la Denominación de Origen Protegida Ribera del Xúquer, garantizando su calidad y origen.

Este crecimiento en el cultivo del caqui ha tenido un impacto en la producción tradicional de naranjas. A medida que el caqui ha ganado popularidad entre los consumidores, las naranjas se han visto desplazadas en cierta medida. Esto ha llevado a muchos agricultores valencianos a diversificar sus cultivos y apostar por el caqui como una alternativa rentable y prometedora.

El caqui no solo es versátil en la cocina, sino que también ofrece beneficios para la salud, con su contenido de vitaminas A y C, minerales, y propiedades antioxidantes y antiinflamatorias. Además, se le atribuyen propiedades afrodisíacas y la capacidad de aliviar la resaca, lo que añade a su atractivo.

Su versatilidad en la cocina y sus propiedades nutricionales hacen que el caqui, un antiguo tesoro de China, sea un nuevo orgullo de Valencia, la tierra de las frutas.