Un espacio de 2.300 metros cuadrados en plena zona de Salamanca, con escaleras mecánicas, ascensores, estacionamiento privado, restaurante con su propio escenario, una barra de coctelería de autor en la misma discoteca y una área al aire libre para fumadores… Así se presenta la renovada Gabana.

Tras cinco años y medio desde su cierre, la emblemática sala de la vida nocturna madrileña vuelve con una propuesta totalmente renovada, elevando aún más sus estándares con la intención de competir a nivel internacional, aspirando a ser un referente comparable con ciudades como Londres o Nueva York.

Ubicada ahora en la esquina de María de Molina con Príncipe de Vergara, después de más de dos décadas en los bajos del Hotel Wellington de Velázquez, la nueva ubicación de Gabana promete sorprender a su audiencia.

Tito Pajares, el empresario detrás de Gabana, presenta el local como si fuera un nuevo miembro de la familia, destacando que este proceso de renovación ha sido como dar a luz a un hijo que ha tardado cinco años en gestarse.

Con orgullo, Pajares explica: «No hay nada parecido en todo Madrid ni en toda España. Es un espacio único financiado exclusivamente con capital español. Queremos que Gabana recupere su posición como el lugar de referencia a nivel nacional e internacional». Pajares, quien también es presidente de la Federación Nacional de Ocio Nocturno, busca establecer un precedente en el mundo del entretenimiento nocturno.

La antigua Gabana, que recibió a personalidades como Cristiano Ronaldo, Fernando Torres, Simeone, Luis Miguel, Rocío Jurado, el Príncipe Felipe, Miguel Bosé, Bruce Willis, Naty Abascal, Valentino, Shakira, Sofía Loren o Salma Hayek, cerró sus puertas en 2018 tras la finalización del contrato de arrendamiento.

Después de una extensa búsqueda, los hermanos Pajares encontraron el lugar perfecto en María de Molina, 39. Las obras de renovación, que se vieron afectadas por la pandemia, se prolongaron durante más de cinco años, pero finalmente, el local abrirá sus puertas al público el próximo jueves 25 de enero.ç

EL RESTAURANTE JIMMY’S

La nueva Gabana ya no es simplemente una sala de fiestas; aspira a ofrecer una experiencia lujosa de 360 grados para todos los sentidos. Desde cenar en el exclusivo restaurante Jimmy’s, disfrutar de un concierto en vivo, degustar cócteles de autor, hasta trasladarse a la discoteca para disfrutar de la noche.

El restaurante Jimmy’s, con su entrada clandestina al estilo de los bares speakeasy de la época de la ley seca, busca convertirse en el nuevo lugar destacado de la capital. Su diseño interior, cuidado al detalle por la propia compañía, incluye cartas impresas en papel con fundas de tela, techos elaborados por artesanos valencianos, tapices que requieren una cola especial debido a su peso, lámparas con cambio de luz y vajillas diseñadas por José Piñero.

Con una amplia terraza, el restaurante abre sus puertas de martes a sábado a partir de las 19.30, con música en vivo a partir de las 23.00 horas. La exclusiva carta internacional del chef Eduardo Maine, con inspiración japonesa, incluye una zona especial para la preparación de sushi, destacando un nigiri con producto de Joselito, seleccionado entre 21 opciones elaboradas por la exclusiva marca de jamón.

LA EXCLUSIVA BODEGA DE GABANA

A la 1:00 de la madrugada, la clientela se traslada a la nueva discoteca Gabana, que abre sus puertas de 12:00 a 5:30. La discoteca cuenta con mesas retroiluminadas a nivel de la pista y en niveles superiores, donde se puede reservar una botella personalizada con el nombre del cliente. La bodega del establecimiento atesora los mejores champanes y destilados del mundo, con un área dedicada a tequilas y mezcales.

Entre las novedades se incluye una barra de bartenders que preparan cócteles durante toda la noche y un puesto de Joselito que ofrece opciones como un bocadillo de jamón por 10 euros o una empanada criolla por seis.

La música y las gogós tendrán un papel destacado, pero la intención no es convertir a Gabana en un templo de la música electrónica donde el DJ sea el protagonista, sino ofrecer una selección musical que invite al baile y a la socialización.

Los hermanos Pajares buscan reconquistar a su antiguo público y atraer a una clientela internacional premium, que ya reside en la Milla de Oro o se hospeda en los numerosos hoteles de lujo de la capital.

El desafío, según el propietario, es mantenerse como líderes y lograr que Gabana vuelva a ser un clásico, durando otros 20 años como el punto de encuentro donde la gente se relaciona. Pajares augura un antes y un después para la vida nocturna madrileña.