El 17 de marzo de 2004 se disputó en Montjuic la final de la Copa del Rey entre el Real Madrid de los galácticos y un Real Zaragoza que buscaba dar la sorpresa ante la obra magna de Florentino Pérez. España seguía en estado de shock tras el mayor atentado terrorista de su historia, un 11M que dejó al país conmocionado. Todos los actos previos quedaron suspendidos y en ese momento, la final fue el primer gran evento deportivo que hizo olvidar momentáneamente a todos los españoles lo que había sucedido hace apenas 6 días. 

Más de 20.000 zaragocistas se desplazaron aquel miércoles al Estadio Olímpico de Montjuic en Barcelona para disfrutar de la final de la Copa del Rey. Roberto Carlos, Beckham, Guti, Figo, Zidane , Guti o Raúl esperaban al Real Zaragoza de Víctor Muñoz, que había llegado a la final con la ilusión por bandera y sin ningún miedo al equipo más potente del panorama mundial. El camino del conjunto aragonés para llegar a esta final no fue sencillo, tuvo que eliminar al Mirandés, Salamanca, Betis, Barcelona y Alavés. Pocos recuerdan todavía que aquel Real Zaragoza no dejaba de ser un recién ascendido, pero con un gen competitivo copero al alcance de muy pocos equipos en España. 

EL PARTIDO

César Laínez, Luis Carlos Cuartero, Delio Toledo, Álvaro Maior, Milito, Movilla, Ponzio, Cani, Dani García Lara, Savio Bortolini y David Villa formaron para el Real Zaragoza. Se le puso el partido cuesta arriba a los aragoneses, con un lanzamiento de Beckham que se coló en la portería de César Lainez. Lejos de venirse abajo, el Real Zaragoza reaccionaba cinco minutos después con un gol de Dani y David Villa puso el 1-2 para el equipo de Víctor Muñoz. 

Otro de los mejores lanzadores de falta del mundo, Roberto Carlos, empataba el partido, haciendo el 2-2 con el que se llegaría al final del tiempo reglamentario. La escuadra aragonesa jugó desde el 67’ con un hombre menos tras la expulsión de Cani. Supo aguantar bien el marcador a pesar de jugar en inferioridad numérica y en el 117’, Galletti, que había sido suplente, disparó desde fuera del área, puso el balón junto al poste haciendo inútil la estirada de César Sánchez y logró el 2-3, dejando uno de los momentos más icónicos del zaragocismo. La sexta Copa del Rey ya era blanquilla y Luis Carlos Cuartero levantó el trofeo ante los miles de zaragocistas que se encontraban en las gradas. 

HOMENAJE EN LA ROMAREDA

Hoy, 20 años después, Zaragoza recuerda a los ídolos de Montjuic, en un partido que enfrenta al Real Zaragoza con el Espanyol, con el equipo sumido en una grave crisis de resultados, pero con la vuelta del mejor entrenador de todos los tiempos en el club, Víctor Fernández, que tiene el objetivo de devolver al zaragocismo al lugar de dónde nunca debió salir.