Tirar las campanas al vuelo nunca es bueno, y menos cuando concierne al Real Zaragoza y a los proyectos del nuevo estadio de La Romareda. Pero, a pesar de ello, las noticias de las últimas horas son una bocanada de aire fresco a la angustia que vivía la afición zaragocista.

La oferta del Real Zaragoza, con Jorge Mas y el resto de inversores americanos a la cabeza, por el pago anticipado de la deuda que el club aún tenía pendiente es un espaldarazo a la solvencia financiera Del Real Zaragoza. Y la ratificación del Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA) al planteamiento del Ayuntamiento para la construcción y explotación de la Nueva Romareda, dejando en suspenso el recurso que planteó Podemos, hace que el sueño de un nuevo estadio vuelva a tocarse con los dedos.

Pero todo esto tiene otra lectura clara: el camino se allana para volver a ser un club de élite y poder ver con opciones el ascenso a la máxima categoría de La Liga. Un club sin deuda, con más limite salarial y con un nuevo estadio en ciernes.

El compromiso intacto de los inversores y propietarios del club por hacer del Real Zaragoza una entidad saneada y con aspiración a ser un club pujante no deja lugar a dudas. Este pago anunciado a los acreedores del concurso de la era de Agapito Iglesias, de confirmarse definitivamente, deja a la SAD en una solidez financiera como hace décadas.

Y es que la reducción de la deuda histórica repercutirá positivamente en el aumento del tope salarial que La Liga aplica al Real Zaragoza, tras años siendo una sociedad empresarial con herencia económica endiablada. Una posición financiera que casi lleva al club a la liquidación como SAD y que nueve años después está con más solidez financiera gracias a la apuesta de Jorge Mas y el resto de inversores, tanto los americanos como la participación aragonesa de Juan Forcén.

Sobre el nuevo estadio todo vuelve a su rumbo original. La idea planteada por el consistorio del PP, ahora con Natalia Chueca de alcaldesa, es aprobada por el TSJA como la opción jurídicamente más precisa. Según el alto tribunal, el Ayuntamiento «actuó con corrección» al abrir un procedimiento para permitir la construcción de un nuevo campo por una entidad privada, mediante un derecho de superficie. Dicho esto, sólo habrá que descubrir quien se hace con la licitación pública de la construcción y explotación que se desvelará en septiembre. Por el momento, sólo Jorge Mas y los suyos han pujado por la Nueva Romareda. Si se constata, la apuesta inicial de estos inversores podrá cumplirse y el Real Zaragoza estará cada día más cerca de volver a la élite.