Las madres son ángeles en la tierra para cuidar a los hijos. No tengo ninguna duda de ello.

Soy creyente y quiero entender y creer que vas al cielo cuando mueres, pero tus seres queridos sufren. En la vida hay un antes y un después cuando fallece tu madre.

Este sábado por la noche me daban la noticia de que la madre de un amigo mío había fallecido. Le escribí para transmitirle mi cariño, y al día siguiente era la misa-funeral. Uno no sabe lo que es perder a una madre hasta que lo vive en sus carnes.

La Iglesia estaba abarrotada, a pesar de ser una iglesia muy grande, y eso era porque la madre de mi amigo era una persona buena, que pasó por la vida haciendo el bien.

Cuando cumples años, la gente parece que ya se empieza a mentalizar de que viene la hermana muerte a buscarnos, pero en este caso era diferente.

Yo no tuve la suerte de conocerla, pero viendo como es su marido y su hijo no me queda ninguna duda que era un ser extraordinario. Son de esas personas que pasan por la vida haciendo el bien, discretamente, sin hacer ruido. Siempre pienso que Dios pone estas personas en la vida de los demás para que nos guíen con su ejemplo.

Las personas extraordinarias nunca mueren y merecen ser siempre recordadas. Este es mi particular homenaje a la madre de mi amigo Félix.

Amigo mío, tu madre Puri estará viéndote desde el cielo, y no te quepa duda lo orgullosísima que estará de ti, ya que eres un ejemplo, como ella fue para ti, de una buenísima persona que pasó por la vida haciendo el bien.

Como decía una de las oraciones que rezamos en la misa de esta persona extraordinaria: “Puedes llorar porque me he ido, o puedes sonreír porque he vivido. Puedes cerrar los ojos y rezar para que vuelva, o puedes abrirlos y ver todo lo que he dejado. Tu corazón puede estar vacío porque no me puedes ver, o puede estar lleno del amor que compartimos. Puedes llorar, cerrar tu mente, sentir el vacío, dar la espalda, o puedes hacer lo que a mi me gustaría: Sonreír, abrir los ojos, visualizar los bellos momentos que compartimos, amar y seguir adelante dándoles y recibiendo amor a los que te quedan”.

“No me busques lejos, estoy cerca, muy cerca, a tu lado. Estoy en la sonrisa de tus recuerdos, estoy en el silencio de tu suspiro, estoy en el viento que te acaricia, en las estrellas que brillan de noche sobre tu hogar, estoy en los pajarillos que cantan en tu ventana. No se puede separar lo que se ata en el corazón, no se puede matar un sentimiento, solo se muere si uno es olvidado. Estoy muy cerca de ti, estoy en tu recuerdo, estoy en tu corazón”.

Marco Antonio Navarro Laguna

Abogado