El Consejo de Ministros ha aprobado este martes equiparar legalmente el tabaco calentado con el tradicional y la prohibición de que contenga aromas, al tiempo que hace obligatorio que en el etiquetado figuren las advertencias de que es perjudicial para la salud.

«Se amplía la prohibición de comercializar productos del tabaco con aroma característico o que contengan aromatizantes en sus componentes (como filtros, papeles para fumar, envases o cápsulas), o cualquier otra técnica que permita modificar el olor y sabor de los productos del tabaco, o intensificar el humo», explica el Ministerio de Sanidad en un comunicado.

De esta forma, ha aprobado el Real Decreto que regula determinados aspectos relativos a la fabricación, presentación y comercialización de los productos del tabaco y los productos relacionados.

Asimismo, se tendrán que adherir a la obligación de incluir un mensaje informativo y las advertencias sanitarias combinadas. Por tanto, las unidades de envasado y el embalaje exterior de los productos de tabaco calentado deberán incluir el siguiente mensaje informativo: «El humo del tabaco contiene más de 70 sustancias cancerígenas». Por lo tanto deberán también incluir las fotografías en color especificadas en la biblioteca de imágenes del anexo II del Real Decreto 579/2017, de 9 de junio que presentan todos loa paquetes de tabaco tradicional.

El Gobierno transpone así la Directiva Delegada, de 9 de junio, que modifica la Directiva 2014/40/UE en lo que respecta a la retirada de determinadas excepciones aplicables a los productos de tabaco calentado, con el fin de equipararlo a los cigarrillos convencionales. Este Real decreto entrará en vigor en el plazo de tres meses desde su publicación en el BOE.

La última encuesta realizada por la Sociedad Aragonesa de Medicina Familiar y Comunitaria (semFYC), con motivo de la ‘Semana sin Humo’, celebrada del 25 al 31 de mayo del pasado 2023, reveló que el 16,6% de los jóvenes aragoneses de entre 14 y 18 años encuestados fuma. En este rango de edad el mayor consumo se atribuye a los nuevos dispositivos, sobre todo el cigarrillo electrónico vaper. De hecho, hasta el 20,8% de los adolescentes encuestados consume este tipo de productos, el 14,3% consume cachimba y el 13,1% consume cigarrillo convencional.