Un avión con destino a Bucarest, Rumanía, programado para despegar a las 09:15 horas del sábado desde el aeropuerto de Zaragoza, tuvo que ser evacuado debido a la conducta alterada de un pasajero en estado de embriaguez.

De acuerdo con la Guardia Civil, el pasajero de nacionalidad rumana, pero residente en Zaragoza, intentó forzar y abrir una de las puertas del avión, provocando daños que impidieron el despegue programado. La puerta terminó reventada por el altercado.

El incidente llevó a la intervención de la Guardia Civil, que ayudó a desalojar a los 224 pasajeros a bordo y controlar al individuo en cuestión.

Los afectados vivieron hasta 28 horas de incertidumbre en la terminal, esperando la solución al inconveniente. A pesar de los esfuerzos por reparar el daño de la puerta, el avión no pudo despegar y los pasajeros fueron alojados en hoteles de la ciudad.

No fue hasta las 13:20 horas del domingo, más de 28 horas después, que pudieron continuar su viaje hacia Bucarest, aunque 50 pasajeros quedaron en tierra debido a limitaciones de espacio en el avión.

Según testimonios recabados por HOY ARAGÓN, la decisión de quiénes volarían en el siguiente avión y quiénes no fue una incógnita. Una de las pasajeras expresó su preocupación: «Tengo a mi hijo en el hospital y mi marido, que es militar, no puede quedarse con él. Si no volamos hoy ya no podríamos hacerlo hasta el martes», lamentaba.

Hasta el momento, Wizz Air, la aerolínea involucrada, no ha emitido un comunicado oficial sobre el incidente. Los esfuerzos por contactar con la compañía han sido fallidos, ya que los empleados del aeropuerto no estaban autorizados para proporcionar información y no fue posible hablar con un representante de la compañía vía telefónica.

Por otra parte, la Guardia Civil confirmó el incidente y la necesidad de desembarcar a todos los pasajeros a raíz del comportamiento del pasajero ebrio. Sin embargo, aún se desconoce si el individuo fue detenido y, en caso afirmativo, cuáles serían los cargos en su contra.