Se le imputan los delitos de descubrimiento y revelación de secretos y de falsificación de documentos públicos porque llegó incluso a modificar los cuadrantes de turnos laborales para encubrirse.

El detenido, de 60 años y trabajador del Salud en el Hospital Universitario Miguel Servet, llevaba dos años consultado datos privados de pacientes y utilizaba la credenciales de otro compañero de trabajo, un médico al que incluso se le llegó a abrir expediente pensando que era él el culpable de la sustracción de información.

Este médico decidió lavar su imagen y demostrar que era otra persona, otros trabajador del centro hospitalario zaragozano, quien había suplantado su identidad y utilizaba sus datos para su particular beneficio.

Una vez que estuvo seguro de ello y tras haber verificado que habían utilizado sus credenciales para acceder a las bases de Datos del servicio del Salud, puso una denuncia ante la Policía Nacional.

CAMBIABA CUADRANTES COMO TAPADERA

El Grupo de Delitos Tecnológicos de la Brigada Provincial de Policía Judicial se ha hecho cargo del caso y tras numerosas comprobaciones dieron con el presunto autor de las consultas, a quien se le atribuyen más de una treintena de entradas en la red de datos a diferentes pacientes y sin ninguna justificación médica ni administrativa.

El presunto autor de los hechos, con la intención de evadir su responsabilidad, cambiaba los documentos que recogían los cuadrantes de turnos de trabajo para descartar que se encontraba trabajando cuando se habían producido alguno de los accesos, motivo por el cual, además del descubrimiento y revelación de secretos, se le imputa la falsificación de documento oficial.

La pena por el delito de revelación de secretos es de prisión de 3 meses a 1 año o multa de 6 a 12 meses en el supuesto de que una persona difunda, revele o ceda a terceros sin autorización de la víctima imágenes o grabaciones que hubiera obtenido en un lugar fuera del alcance de la mirada de terceros.