El suceso tenía lugar pasadas las ocho de la mañana del viernes en la Avenida César Augusto de Zaragoza. Una patrulla de la Policía Local comprobaba como un joven de 19 años con iniciales C.E.N. estaba comprando boletos de lotería en un puesto de la ONCE.

Llevaba varios boletos comprados que adquiría con una tarjeta de crédito que presentaba como propia al vendedor del puesto. Éste la pasaba por un datáfono hasta que llegó un momento en que le pidió el número pin de autentificación de la tarjeta.

En ese momento, según información oficial de la Policía Local, el sospechoso omitió el hecho y se ausentó del lugar sin efectuar el último pago. Cuando emprendía su huida fue Interceptado por los agentes.

Lejos de colaborar cuando le pidieron la documentación y que les mostrase lo que llevaba en los bolsillos, comenzó a gritar y amenazarles, llegando incluso a intentar alentar a los viandantes que se encontraban en ese momento en los alrededores para ponerlos en contra de los policías e intentar provocar así una alteración del orden público.

TARJETAS DE CRÉDITO DE TITULARES DIFERENTES

El joven siguió increpando a los agentes mientras intentaba alejarse de la zona. Llegó a acusarles de aptitud racista, y todo ello con la finalidad de evitar su identificación y aclaración de los hechos.

Al registrarle una vez que el hombre desistió de resistirse a la autoridad, la patrulla descubrió que tenía en su poder dos tarjetas de crédito de titulares diferentes de las que no explicó su procedencia ni aclaró por qué las llevaba consigo. Tras varias investigaciones descubrieron además que una de estas tarjeras había sido utilizada para la presunta compra fraudulenta.