La Fontana di Trevi, uno de los monumentos más icónicos de Roma, no solo es un espectáculo para la vista, sino también un centro de generosidad inesperada. Cada día, miles de turistas, desde los más convencionales hasta los más excéntricos, participan en un ritual casi mágico: lanzar una moneda al agua mientras graban con sus móviles y piden un deseo.

Este acto, que se ha convertido en una tradición indispensable para cualquier visitante de la capital italiana, acumula una cantidad sorprendente de dinero, destinado a fines caritativos.

FONTANA DI TREVI: MILLONES EN CÉNTIMOS

Giustino Trincia, responsable en Roma de Cáritas —la organización beneficiaria de estas monedas—, informa al diario Il Messagero que la cantidad recolectada es asombrosa. Se estima que diariamente caen alrededor de 3.500 euros en la fuente y que en 2022 se recuperaron 1.432.954 euros. Se cree que en 2023 esta cifra ha superado el millón y medio de euros, una suma impactante para una simple fuente.

No obstante, no solo monedas son recuperadas de las aguas de la Fontana di Trevi. Los voluntarios han encontrado objetos tan variados como relojes, fichas de póquer, pulseras, púas de guitarra y hasta artículos más insólitos, como una dentadura postiza. Incluso, en ocasiones, se cambian las monedas por billetes, lo que incrementa el valor económico de la recolección.

La recogida se realiza tres veces a la semana, en las primeras horas de la mañana, antes de que la multitud de turistas llegue. Se emplea una especie de manguera aspiradora que deja el fondo de la fuente limpio y cristalino. Sin embargo, la tranquilidad es efímera, ya que pronto se reanudan los lanzamientos de monedas.

UN DINERO SOLIDARIO

Una vez recolectadas, las monedas se trasladan a un almacén donde son lavadas y clasificadas. El dinero, después de deducir el 6% de los gastos de recolección, se destina a Cáritas para apoyar a familias con dificultades económicas, muchas de las cuales tienen miembros afectados por el Alzheimer. También se utiliza para sostener comedores sociales, donde se sirvieron más de 53.000 comidas en un año.

Lanzar una moneda a la Fontana di Trevi, por lo tanto, no solo alimenta la esperanza de regresar a Roma o que se cumpla un deseo. Cada moneda contribuye a una causa mayor, ayudando a incrementar la considerable suma de dinero que beneficia a los más necesitados en la ciudad eterna. En este acto simbólico, los visitantes dejan algo más que un recuerdo: dejan una huella de solidaridad en el corazón de Roma.