Una patrulla de la Policía Local de Zaragoza que estaba trabajando en la Avenida Madrid se percató de un suceso extraño. Observaron cómo, hacia el final de la citada avenida, había un vehículo que se encontraba estacionado en doble fila ocupando parte de un carril de circulación.

Tras percatarse de la infracción introdujeron los datos en la base de la Dirección General de Tráfico. El vehículo carecía de seguro en vigor y no había pasado la última Inspección Técnica de Vehículos.

El conductor de este vehículo, al percatarse de la presencia policial, aminoraba la marcha en un principio para después acelerar en dirección al barrio del Oliver, poniendo en peligro a peatones y otros conductores al saltarse un semáforo en rojo.

Los vehículos policiales salían en persecución del coche fugado que continuaba circulando, según testigos presenciales, a gran velocidad. Ante la densidad de tráfico, el conductor comenzaba entonces a conducir de manera zigzagueante, realizando constantes cambios de carril.

Después de estar a punto de colisionar con otros vehículos continuaba circulando adentrándose ya en la carretera de Logroño. Volvía a saltarse algunos semáforos en rojo hasta verse bloqueado por otros vehículos en una retención.

Lejos de detenerse, intentaba pasar por el espacio que quedaba entre los vehículos chocando con varios de ellos. Finalmente, perdía el control del coche deteniéndose unos metros después.

Los agentes bajaban de coche y detenían al conductor, aturdido por el impacto. Éste carecía de permiso de conducir tras perder su vigencia al quedarse sin puntos. Además, los policías descubrían que la pegatina de la ITV de la luna delantera no correspondía a ese vehículo y estaba caducada.

El hombre detenido era trasladado a dependencias policiales donde accedía a hacerse la prueba de detección de drogas y alcohol, dando positivo en cocaína y cannabis. A pesar del golpe tras sufrir un accidente al final de la persecución, no quiso ser trasladado a ningún centro hospitalario para calibrar sus heridas.

Mientras pasa a disposición judicial, los agentes comprobaban que el vehículo que conducía tenía caducada la ITV desde marzo de 2021. Además, carecía de seguro obligatorio desde octubre de 2022.

VARIOS HERIDOS TRAS LA PERSECUCIÓN

Durante la huida, el conductor fugado chocó contra otros vehículos ocasionando, no solo daños en los mismos, sino diferentes traumatismos en sus conductores. Uno de ellos presentaba un parte médico del Hospital Clínico Lozano Blesa donde se constataba una cervicalgia.

El detenido se enfrenta también, tras este último parte, a un delito de lesiones por imprudencia, dado que el conductor lesionado presentó la pertinente denuncia. Los abogados que llevan el caso, Carmen Sánchez y Luis Ángel Marcén llegaban a una conformidad tras los hechos.

El detenido tendrá que hacer frente a una multa por conducir sin carné y a una indemnización de 2.500 euros por daños a otros conductores. También se enfrenta a quince meses de prisión. Además, el juez ha decretado la pérdida de la vigencia del carné de conducir pero evita la expulsión del país por estos delitos.