Hoy, las piscinas están muy extendidas por la ciudad. Además de la red de la veintena de piscinas municipales distribuidas por la ciudad, son numerosos los clubes privados y las urbanizaciones, edificios y chalets que cuenta con piscinas privadas. Pero hubo un tiempo en el que no fue así, y las piscinas en Zaragoza se contaban con los dedos de la mano.

En la década de los años 60, antes de que el Ayuntamiento de la ciudad comenzara a construir su red de centros deportivos municipales, en varios parques de la capital había piscinas públicas de libre acceso para que los peques, y los no tan peques, pudieran refrescarse y afrontar los calores del duro estío zaragozano.

Piscina en el Parque de Bruil en los años 70 / Gran Archivo Zaragoza Antigua

Esas piscinas no eran demasiado profundas, y estaban localizadas en los principales parques de la ciudad. Los lectores más mayores quizás recuerden las piscinas, todavía abiertas y repletas de bañistas, o sin uso una vez que cerraron, ya que los vasos permanecieron varios años sin ser eliminados tras el cierre.

El Parque Grande, el parque del Tío Jorge, el parque Bruil o el parque Castillo Palomar fueron algunos de los espacios verdes que tenían este equipamiento. Estas piscinas, llenas de chiquillos disfrutando a cualquier hora del día, tenían hasta pequeños toboganes para deslizarse. En el caso del Parque Grande, la piscina estaba situada junto al río Huerva, y a la misma se accedía por una gran rampa. En el caso del parque del Tío Jorge, la piscina estaba muy cerca de la entrada principal desde la plaza de San Gregorio, al lado del único quiosco que existe en esta zona verde de la Margen Izquierda.

Las piscinas desaparecieron en los años 80 cuando comenzó a construirse la red de CDM / Ayto. de Zaragoza

Las piscinas fueron inauguradas por el consistorio a mediados de los años 60, y estuvieron en activo toda la década de los años 70, hasta que en los años 80, con los primeros ayuntamientos democráticos, llegaron nuevas políticas y comenzó a desarrollarse la red de piscinas municipales que en la actualidad se extiende por toda la ciudad. Con ese desarrollo, las piscinas abiertas en los parques públicos de la ciudad comenzaron a cerrarse por motivos de salubridad y de seguridad.

Hay que tener en cuenta que las piscinas estaban en los parques tal y como podemos encontrar en la actualidad las zonas de juegos infantiles, sin recinto ni puertas que las delimitara, por lo que estaban abiertas a todo el mundo de forma gratuita. Al ser gratuitas, y no existir muchas más opciones en la ciudad, imaginad como se ponían de bañistas en aquellas épocas…