Los refranes son esa sabiduría popular destilada en breves frases que, aunque puedan parecer simples a primera vista, encierran verdades profundas sobre la vida, la naturaleza humana y el mundo que nos rodea.

En Aragón, esta riqueza cultural se manifiesta a través de una serie de dichos y refranes que, en aragonés y castellano, han sido transmitidos de generación en generación, convirtiéndose en pequeñas joyas del patrimonio inmaterial de la comunidad.

Estos refranes, en su simplicidad y profundidad, nos ofrecen una ventana a la sabiduría colectiva de Aragón, recordándonos que, a menudo, las lecciones más valiosas de la vida se transmiten en pocas palabras.

Estos refranes no solo reflejan la idiosincrasia y el carácter de sus gentes, sino que también ofrecen consejos cotidianos, en ocasiones con un toque de humor y sabiduría que no caduca con el tiempo.

Uno de estos refranes, «A la aceituna, ojo y uña«, nos habla de la importancia de la selección cuidadosa, tanto en lo que escogemos como en cómo lo hacemos, recordándonos que a menudo los detalles más pequeños son los que marcan la diferencia. Por su parte, «L’aceituna, con la uña» nos enseña el modo práctico y directo de abordar las cosas, sin complicaciones innecesarias.

«Andando, se quita’l frío» es un llamado a la acción, a no quedarse paralizado ante las adversidades, sino a moverse y avanzar para superarlas. Mientras que «Apunta y da, que no te s’olvidará» destaca la importancia de llevar un registro de nuestras acciones y bienes, una lección de responsabilidad y previsión.

En «Más vale barca que vado«, encontramos un consejo sobre la toma de decisiones, incitándonos a optar siempre por la alternativa más segura y prudente. «Más vale contar estrellas que maderos» nos habla de la libertad, incluso en las circunstancias más adversas, como un bien supremo.

La paciencia y la perseverancia son virtudes destacadas en «Tanto’spera la güena boca, que le llega la güena sopa», mientras que «Todo tiene fin, hasta el violín» nos recuerda la naturaleza efímera de todas las cosas.

«Gato con guantes no caza» critica la inacción y la importancia de estar preparados para actuar, y «Quien tenga miedo, que no salga de casa» nos insta a enfrentar nuestros miedos si queremos vivir plenamente.

«El que quiera nabos, que se los cave» es un llamado a la autogestión y a no inmiscuirse en asuntos ajenos, y «Pan con pan, comida de todos» critica la monotonía y la falta de innovación.

Finalmente, refranes como «Piso húmedo, zapato nuevo» y «El puesto de la rabosa, el que se’n va ya no s’y posa» ofrecen consejos prácticos sobre el cuidado personal y la gestión de nuestras oportunidades y recursos.