Si hay un destino estrella entre los aragoneses para ir a la playa, ese es Salou. El paseo de Jaime I, la fuente luminosa, Port Aventura, la playa de los Capellanes… Pero además de la vida que tiene toda ciudad costera y turística, cerca de Salou hay destinos que merece la pena tener en el radar para hacer una escapada.

Ese es el caso de Reus, una atractiva ciudad de algo más de 100.000 habitantes que está situado a menos de 15 minutos de Salou, y que esconde múltiples atractivos turísticos, gastronómicos y comerciales. Entre ellos, el modernismo, y el vermut, dos elementos que se han convertido en el santo y seña de esta ciudad de la provincia de Tarragona que a finales del siglo XIX y principios del siglo XX fue la segunda ciudad más grande de Cataluña, tras Barcelona.

EL MODERNISMO, EL PRINCIPAL ATRACTIVO DE REUS

Reus es modernismo en estado puro. Tan solo la ciudad de Barcelona es capaz de hacerle sombra. Y no es una exageración; un paseo por las calles de Reus es sinónimo de disfrutar de auténticas obras maestras de este estilo arquitectónico que fue vanguardia a finales del siglo XIX y principios del siglo XX.

No en vano, en esta ciudad tarraconense nació Antoni Gaudí, el máximo exponente del modernismo. Y sin duda, y aunque este arquitecto no dejó legado en la ciudad, vivió allí hasta los 16 años y volvió en numerosas ocasiones, lo que ha marcado la historia de una ciudad en la que a nivel arquitectónico destacan las obras de Lluis Domènech i Montaner, autor de edificios icónicos de Barcelona como Hospital de Sant Pau y el Palau de la Música.

Casa Navàs es el único edificio de Europa que conserva el interior original / Ayto. de Reus

Para conocer bien el modernismo, nada mejor que comenzar la visita en la céntrica Plaça Mercadal. En esta plaza porticada, rodeada de un atractivo comercio, podremos tomarnos algo en cualquiera de sus múltiples terrazas, y visitar el Gaudí Centre Experience, o Casa Navàs, una obra de Domènech i Montaner, es el único edificio modernista de Europa que conserva el interior original.

Desde esta plaza, podemos perdernos por su calles repletas de un rico y variado comercio y comenzar nuestra ruta modernista por los 26 edificios construidos en este estilo, con ejemplos como Casa Rull, Casa Gasull, Casa Bartolí o Casa Munné.

Algo alejado del centro de la ciudad, pero de visita imprescindible, es el Institut Pere Mata, un antiguo psiquiátrico que es una joya del modernismo. Creado también por Domènech i Montaner, este complejo sanitario fue precedente del Hospital de Sant Pau en Barcelona.

Reus ofrece un rico patrimonio histórico artístico / Ayto. de Reus

Al margen del modernismo, en Reus hay edificios destacables como la Iglesia Prioral de San Pedro, un templo construido en estilo gótico tardío que tiene una fachada renacentista, y donde destacan elementos como la capilla del Santísimo, o la torre de 62 metros a la que se puede subir para disfrutar de sus vistas. Como curiosidad, en este templo fue bautizado Gaudí.

También en el centro, podemos visitar la plaza Prim, donde además de la estatua ecuestre de este general, hay edificios como el Teatro Fortuny o el viejo Casino, donde hoy abre sus puertas el restaurante Viena.

LA CIUDAD DEL VERMUT

Junto al modernismo, Reus es famosa por otro motivo: el vermut. Esta bebida que por suerte se ha vuelto a poner de moda, es uno de los emblemas de esta ciudad, para alegría de sus fans y de todas las personas que disfrutan de un aperitivo junto con un vaso de esta bebida.

Para conocer sus secretos y disfrutar de su sabor, Reus ofrece la ruta del vermut, compuesta por lugares como el Museo del Vermut, un centro donde podrás recorrer las bodegas, probar el vermut que se elabora en esta zona, y conocer la colección más grande del mundo de botellas, etiquetas y publicidad relacionada con esta bebida tan popular.

También podemos visitar bodegas Rofes (creadas en 1890, posee un restaurante para degustar el vermut y probar cocina típica catalana) o Cal Massó, aunque el vermú está muy presente en los bares de toda la ciudad, con ofertas que suelen incluir unas patatas o unas olivas.