¿Te imaginas 78 campos de fútbol repletos de 350 toneladas de baterías de litio usadas? Es el desafío al que se enfrenta la industria del vehículo eléctrico. La promesa de estas tecnologías es reducir las emisiones de CO2, pero también trae un dilema: la acumulación de baterías desechadas. ¿Qué hacer con ellas? El fin de su vida útil no solo representa un problema ambiental, también supone un desafío logístico y técnico para su reciclaje.

La Unión Europea está tomando medidas proactivas con la implementación de regulaciones que obligan a la integración de materiales reciclados en las nuevas baterías. En 2031 será necesario que el 16% del cobalto, el 6% del lito y el 6% del níquel utilizado en las baterías nuevas provenga de fuentes recicladas, afectando directamente a los productores y recicladores.

CIRCE – Centro Tecnológico, especializado en aportar soluciones innovadoras para un desarrollo sostenible, se está adelantando a la nueva normativa y está inmerso en el desarrollo de tecnologías de reciclaje para la industria de vehículo eléctrico. Soluciones que no solo prometen mitigar los problemas ambientales, sino que también aspiran a convertirse en un motor de desarrollo económico.

El reciclaje directo, el método más eficiente

CIRCE ofrece un servicio completo de reciclaje que incluye desde el diagnóstico de las baterías hasta la implementación de los métodos de reciclaje más adecuados. Estos servicios cubren el análisis de la condición y composición química de las baterías usadas, la aplicación de tecnologías avanzadas para maximizar la recuperación de materiales, y la reintroducción de estos materiales en la producción de nuevas baterías, promoviendo un ciclo de vida cerrado y sostenible del producto.

Sus expertos se están especializando en la implementación de procesos que permiten la recuperación y reutilización de materiales valiosos, como el cobalto, el litio y el manganeso. No obstante, el reciclaje directo es el método que está resultando más eficiente, porque permite recuperar componentes de baterías sin degradarlos, reintegrándolos en la producción y ofrece ventajas tanto económicas y ambientales.

DESARROLLO DE OTRAS TECNOLOGÍAS DEL RECICLADO Y LIDERAZGO EN I+D+i

El centro tecnológico no solo se destaca en el campo del reciclaje de las baterías, también centra su actividad en el reciclaje de residuos estratégicos. Es el caso de las palas de aerogenerador, de las cuales se prevé una generación de 25.000 toneladas anuales en 2025 y hasta 52.000 t/año en 2030, además de la entrada en vigor de una normativa europea que no permitirá verter estos residuos en vertedero a partir de 2025. En este caso, está centrando su investigación en la solvólisis asistida por microondas. Esta tecnología consiste en la degradación de la pala por medio de un solvente que es calentado por microondas. De esta manera se consigue un tiempo más corto de reacción y un mayor rendimiento.

La misma tecnología está siendo aplicada en el proyecto REDOL, para el reciclaje de los textiles. Concretamente, está aplicando una glicólisis asistida por microondas para poder obtener el monómero del poliéster, y purificarlo para que pueda ser reintroducido en el proceso de producción.

Asimismo, CIRCE también trabaja en el reciclaje de paneles fotovoltaicos, PCBs, composites y plásticos. En todos los casos evalúa tecno-económicamente los procesos, para que las tecnologías transferidas al mercado sean rentables. Del mismo modo, se centra en la reutilización de todos los reactivos utilizados para aumentar la sostenibilidad.

* Este artículo forma parte de un completo especial de reciclaje y economía circular en el que han participado 16 empresas. Ver el especial completo aquí.