Calles empedradas, casas encaladas, playas únicas, la silueta del castillo del Papa Luna dominando la ciudad… Peñíscola tiene muchos atractivos que atraen a miles de visitantes en verano, pero también durante el resto del año gracias a un atractivo patrimonio histórico, a iniciativas como poder visitar los rincones donde se han rodado algunas de películas y series nacionales y extranjeras, o a una rica y variada gastronomía que atrapa a cuantos la prueban.

La gastronomía se ha convertido en un factor decisivo para muchas personas a la hora de elegir un viaje. Y en Peñíscola es un factor decisivo gracias a la amplia oferta gastro que tiene la ciudad. Según el último perfil del turista elaborado por la Generalitat Valenciana, más del 85% de los turistas y visitantes que eligen Peñíscola, cuentan con la gastronomía como una de sus principales motivaciones para elegir este destino.

LA COCINA MARINERA, BASE DE LA OFERTA GASTRO DE PEÑÍSCOLA

Septiembre y octubre son ideales para disfrutar del patrimonio y de la gastronomía de la ciudad / Peñíscola Turismo

Dentro del recetario tradicional y de la buena mesa nos encontramos la típica cocina marinera elaborada con productos autóctonos y de calidad, ideal para disfrutar en los meses de octubre y noviembre; meses en los que todavía se puede disfrutar de la playa, además de poder pasear y perderse por los rincones del casco antiguo o del parque natural de la Sierra de Irta, y con bastante menos gente que en el verano.

Pero… ¿Qué podemos encontrarnos en la mesa peñiscolana? En base a su tradición marinera, el pescado y el marisco es la base de su cocina. En cualquier restaurante de este municipio costero podremos encontrar desde los típicos guisos de barca, hechos con una base de fondo de pescado con arroz o fideos, a calderos con patatas, también elaborados con pescado.

Comer con vistas al Mediterráneo y rodeados de historia es una experiencia única / Peñíscola Turismo

El suquet de pescado, el all i pebre de rape y langostinos, el «arrossejat» (un plato de arroz típico de pescadores), la tradicional fideuá, el arroz con galeras y rape, el «remesclo», o las diversas formas en que se cocinan doradas o lubinas, son algunos de los atractivos de los que podemos disfrutar en esta localidad castellonense.

Tampoco hay que olvidarse del marisco: además de galeras, langostinos, cigalas o coquinas, destacan especialmente el «caragol punxenc», un producto muy apreciado por los habitantes de este enclave mediterráneo y que está muy presente en las cartas de los restaurantes de la ciudad.

PESCADO FRESCO DIARIO GRACIAS A LA LONJA DE PEÑÍSCOLA

El puerto y la lonja de Peñíscola proporcionan pescado fresco a diario a los restaurantes de la ciudad / Peñíscola Turismo

El secreto para ofrecer esas delicias lo encontramos en el puerto pesquero y en la Lonja de Peñíscola, el lugar idóneo para encontrar pescado fresco y de calidad. Este lonja, una de las cinco que hay en la provincia de Castellón, es clave en la oferta gastronómica del municipio.

El hecho de tener pescado fresco a diario y que haya un número importantísimo de restaurantes que se abastecen directamente de ese pescado de lonja para sus platos es sin duda garantía de calidad de unas propuestas gastronómicas basadas en el producto de temporada y en un recetario tradicional renovado.

Estas propuestas son el complemento perfecto para disfrutar de una escapada hasta esta ciudad ideal para redescubrir en otoño para disfrutar del ambiente y del patrimonio histórico-artístico y de sus espectaculares playas o del rico entorno natural de este enclave mediterráneo.