En el fervor de la temporada navideña, el Sorteo Extraordinario de la Lotería de Navidad en España despierta la esperanza en casi todos, incluidos algunos políticos. Aunque la Ley de Regulación del Juego prohíbe la participación a menores, adictos al juego y directivos de Loterías y Apuestas del Estado, hay excepciones notables.

Uno de los casos más controvertidos fue el del ex presidente de la Diputación de Castellón, Carlos Fabra, quien sorprendentemente se hizo acreedor del Gordo en siete ocasiones. No obstante, tras una investigación, se descubrió un entramado de blanqueamiento de dinero que implicaba la compra de décimos ganadores a sus dueños originales.

Otro político en el ojo público fue Juan Antonio Roca, asesor de Urbanismo en la era de Jesús Gil. Acumulando asombrosamente hasta 80 grandes premios en 15 años, Roca admitió comprar décimos premiados con fines delictivos y evasión fiscal en el caso Malaya.

Aunque algunos políticos, como Silvia Limones del PSOE balear, han ganado premios de menor cuantía, cabe destacar que incluso el actual presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, no escapó al sorteo, embolsándose modestos 320 euros en el sorteo de 2022. Así, la Lotería de Navidad se revela como un juego de azar que no respeta cargos ni estatus social, con historias que van desde la fortuna legítima hasta tramas ilícitas que empañan la magia de esta tradicional celebración.