El deporte del ‘helibike‘, que consiste en el traslado de ciclistas en helicóptero a zonas montañosas para luego descender en bicicleta, ha generado un creciente debate sobre su impacto ambiental. Esta actividad, cada vez más popular, ha planteado un desafío tanto para conservacionistas como para legisladores.

De hecho, por ser un deporte de moda y el daño que infringe al medio natural, el Gobierno de Aragón ya ha reconocido la existencia de un «vacío normativo» en esta modalidad de turismo activo, especialmente en las cumbres del Pirineo, donde se ha popularizado.

LA PROHIBICIÓN DEL ‘HELIBIKE’

A diferencia de Francia y Alemania, donde esta práctica está prohibida, y en contraste con la expansión en Nueva Zelanda, en España el ‘helibike’ ha suscitado controversias.

La llegada de esta práctica deportiva al Congreso de los Diputados, de la mano del parlamentario aragonés de Sumar Jorge Pueyo, ha propuesto al Gobierno español abordar su prohibición, siguiendo el ejemplo de las mencionadas naciones europeas.

Los departamentos de Turismo y Medio Ambiente de la DGA, junto con el Instituto Aragonés de Gestión Ambiental (Inaga) y los servicios provinciales, han mantenido reuniones para analizar esta modalidad de turismo. Según afirman desde la consejería de Medio Ambiente, se ha identificado una necesidad de regular y ordenar el ‘helibike’.

En este sentido, el Gobierno de Aragón ha dado un paso importante al archivar el expediente sancionador contra Altituderides, la primera empresa que organizó viajes de ‘helibike’ en el Pirineo aragonés. Esta empresa se enfrentaba a una sanción de 240.000 euros por haber desarrollado la actividad sin la debida autorización y sin haber tramitado una declaración de impacto ambiental.