En una situación inesperada que complica la gestión municipal en Huesca, la alcaldesa del Partido Popular, Lorena Orduna, se encuentra frente a un desafío administrativo legado por la anterior administración socialista.

El campo de fútbol de la ciudad, de titularidad privada, ha operado sin la licencia de funcionamiento necesaria, una irregularidad heredada del mandato del exalcalde Luis Felipe.

El decreto de clausura, firmado por Felipe a escasos doce días de las elecciones, no ha sido ejecutado, dejando en una posición delicada a la actual regidora, que debe decidir entre iniciar una tramitación exprés para legalizar la situación o proceder con el cierre del estadio.

Esta medida, conocida por la Sociedad Deportiva Huesca desde el 18 de mayo, sigue pendiente casi medio año después.

El club, por su parte, ha intentado contrarrestar la decisión con la presentación de un recurso el pasado 6 de octubre, solicitando la suspensión cautelar del decreto a través de un recurso extraordinario de reposición y otro de revisión.

No obstante, ambos recursos fueron desestimados recientemente con un nuevo decreto municipal, lo que complica aún más la situación.

Fuentes municipales expresan su sorpresa y desconcierto ante la herencia recibida de la anterior corporación municipal. «Nos encontramos con una situación que no esperábamos y que no fue comunicada durante el traspaso de poderes«, declaran.

Según estas fuentes, los técnicos municipales han advertido sobre el problema varias semanas después las elecciones, pero esta información no se había compartido con el equipo entrante.