En medio de los tórridos días de verano en España, cuando el calor implacable parece abrazar cada rincón del país, existe un lugar que desafía la norma y ofrece un alivio bienvenido: Griegos. Este pintoresco pueblo, situado en las altas montañas de la provincia de Teruel, se erige como un refugio fresco y tranquilo en medio de la ola de calor estival, con temperaturas que raramente superan los 11 grados.

A medida que el termómetro alcanza cifras alarmantes en otras partes de España, los habitantes y visitantes de Griegos disfrutan de un verano notablemente diferente. Aquí, los días cálidos y bochornosos que caracterizan julio y agosto en el país quedan en segundo plano, reemplazados por una agradable brisa y un clima fresco que invitan a pasear por sus calles adoquinadas.

TEMPERATURAS DE 11 GRADOS EN VERANO

Las bajas temperaturas de Griegos en plena temporada estival pueden parecer sorprendentes, especialmente en un país conocido por su calor abrasador. Sin embargo, esta peculiaridad climática se debe a la altitud a la que se encuentra el pueblo. Perchado a más de 1.600 metros sobre el nivel del mar, Griegos está rodeado de majestuosas montañas y frondosos bosques, creando un microclima que se asemeja más a las latitudes septentrionales que al típico clima mediterráneo.

Los visitantes que llegan a Griegos se encuentran con un panorama inusual: calles tranquilas adornadas con casas de piedra y tejados rojos, un campanario que se alza hacia el cielo y un ambiente relajado que contrasta con la agitación de las zonas costeras durante la temporada alta. Los turistas pueden explorar los alrededores a través de senderos que serpentean a través de los bosques de pinos y abetos, o disfrutar de la auténtica hospitalidad en los restaurantes locales que sirven platos tradicionales de la región.

Con menos de 200 habitantes, esta localidad está rodeada de la denominada Dehesa la Mayor y la imponente Muela de San Juan, a cuya cima podrás ascender para contemplar unas espectaculares vistas. En ella se localizan las pistas de esquí invernales.

Estos espacios conforman un conjunto perfecto para programar en verano rutas de senderismo o en bicicleta de montaña paseos a caballo, así como disfrutar de la observación de la flora y la fauna con agradables temperaturas.

Para los amantes de la naturaleza y aquellos que buscan escapar del calor, Griegos se presenta como un destino refrescante y fuera de lo común. La experiencia de verano aquí es una lección sobre la diversidad de climas que existen dentro de las fronteras de España. Mientras la mayoría del país se abanica para combatir el calor, los habitantes de Griegos disfrutan de un verano sereno y placentero, convirtiendo este pequeño rincón en un auténtico oasis en medio del ardor estival.