La actual ciudad de Zaragoza tiene origen romano. Caesar Agusta fue fundada en el año 15 a.C. siguiendo el rito etrusco, y pronto se convirtió en una de las ciudades más importantes del noreste de la Hispania romana. Pero antes de la fundación romana, el territorio de la actual Zaragoza ya estaba habitado. Allí estaba Salduie, una ciudad ibérica sedetana que tuvo cierta importancia y que llegó a acuñar su propia moneda de bronce.

No se sabe demasiado de cómo era. Pero sabemos de su existencia por dos importante fuentes. La primera, el famoso bronce de Botorrita. Esta tablilla, datada en el 87 a.C y encontrada en Contrebia Belaisca (la actual Botorrita), nos habla de una disputa entre Salduie y Alaún (Alagón) sobre los derechos a utilizar agua de un canal. Y los magistrados de Contrebia Belaisca dieron la razón a los saluienses, con previo conocimiento y con la sanción aprobatoria del procónsul romano, Cayo Valerio Flaco.

Hay otra tabla, el bronce de Ascoli, que también atestigua la existencia de Salduie. Este bronce, datado en el año 89, refleja que se concede la ciudadanía romana a las tropas de caballería de la ciudad íbera que combatieron al lado de Roma en sus luchas contra el resto de pueblos itálicos.

Salduie emitía su propia moneda / HA

No está claro donde estaba la antigua Salduie, teniendo en cuenta que desde hace 2.000 años el entorno de la Plaza del Pilar se ha construido y reconstruido sin solución de continuidad. Aún así, se han encontrado restos de esa época muy separados entre sí, lo que se explica porque probablemente hubo varios asentamientos pequeños. Y todos dependían de un centro urbano de mayor importancia, Salduie, tal y como defendieron Fatás Cabeza y Beltrán Lloris.

Durante décadas, se sostuvo que la ciudad íbera podía estar en el entorno de la iglesia de San Juan de los Panetes, mientras que otros investigadores creían que podía estar en el yacimiento de Santa Bárbara de Valdespartera, o en el Castillo de Miranda en Juslibol. Pero desde que en los últimos años del siglo XX se intensificaron los trabajos arqueológicos en el casco histórico de Zaragoza, y ahora está fuera de duda que la vieja ciudad íbera estaba situada bajo la zona este de la colonia romana gracias a la aparición de restos en lugares como la calle don Juan de Aragón, en la plaza de la Seo, en la calle Palafox o la plaza Asso, según señala el doctor en Historia por la Universidad de Zaragoza Alberto Aguilera Hernández en su tesis.

Reyes Baleriola Martin en su estudio ‘La Romanización de la Comarca Central de Zaragoza», señala que a partir del siglo II a.C. se han detectado dos niveles de construcción, el primero del siglo II a.C, y el segundo de mediados del siglo I a.C. Gracias a los datos encontrados, se aprecia cómo la estructura urbana de Salduie es propia de la Edad de Hierro del Valle Medio del Ebro, con casas rectangulares unidas unas a otras (Hernández Vera y Núñez Marcén).

Esa Salduie anterior a la fundación de Caesar Augusta ya tenía equipamientos como los que podría gozar cualquier ciudad romana de la época. Además de tuberías y cloacas, también había casas de estilo itálico de fecha precolonial, lo que asegura la presencia de romanos e itálicos, quienes realizaron todas estas obras que luego fueron reestructuradas para adaptarlas a la nueva ciudad. Probablemente Salduie llegó a tener un foro o plaza pública con un gran mercado.

Los edificios estaban levantados sobre un zócalo de alabastro recrecido con adobe, y los muros estaban decorados con pinturas, o enlucidos con cal. Los pavimentos eran de gravilla apisonada, aunque ya aparecen algunos mosaicos, clara muestra de la influencia romana en esta ciudad, antecesora de la colonia romana que se convertiría en el principal núcleo urbano del Valle del Ebro.