Tras el emocionante y tradicional acto de la Ofrenda de Flores a la Virgen del Pilar, en el que más de 300,000 personas depositaron siete millones de flores a la Virgen, Zaragoza enfrenta el desafío de gestionar tal volumen floral.

A pesar de las preocupaciones ciudadanas de que estas flores pudieran ser desechadas, la realidad es que tendrán una segunda vida.

Desde este miércoles, los ramos que vistieron la estructura metálica comenzaron a ser retirados para ser trasladados al Centro de Tratamiento de Residuos Urbanos de Zaragoza (Ctruz).

En lugar de ser consideradas basura, las flores serán transformadas en compost, un fertilizante rico y ecológico compuesto de residuos orgánicos.

El proceso de desmontaje del monumental manto de flores demandará dos días de intenso trabajo. Ya desde primera hora, técnicos y operarios municipales comenzaron a retirar las canastillas y cestas que, durante las Fiestas del Pilar, engalanaron la ciudad con un despliegue de colores y aromas.

Las Fiestas del Pilar, y en particular la Ofrenda de Flores, congregan anualmente a miles de zaragozanos y turistas que buscan ser parte de este evento y capturar la majestuosidad de la Virgen adornada con flores.

La colaboración entre diferentes servicios y contratas municipales es esencial para garantizar que, tras la celebración, las flores depositadas se manejen de manera sostenible y responsable.

Este esfuerzo conjunto no solo demuestra el compromiso ambiental de la ciudad, sino que también da a los participantes de la Ofrenda la certeza de que su gesto de devoción tiene un impacto ecológico positivo en Zaragoza.