En la búsqueda de la fórmula perfecta para un entrenamiento efectivo, la duración emerge como una interrogante común entre los entusiastas del fitness. Alejandro Timoneda, director de operaciones en Courage, uno de los mejores boxes de CrossFit en España, destaca la importancia de la individualización en la planificación del ejercicio en una entrevista con la revista GQ.

La clave, según Timoneda, reside en considerar factores como el estado físico actual, objetivos personales, tiempo disponible, preferencias y posibles patologías o lesiones. No hay una duración universal, pero para entrenamientos de fuerza, sugiere un rango entre 45 y 90 minutos, incorporando calentamiento y estiramientos.

La calidad del entrenamiento es fundamental, subraya Timoneda. Más allá del tiempo invertido, elegir ejercicios adecuados y controlar el volumen de la sesión son cruciales para maximizar la efectividad. En la elección entre una hora eficaz y dos horas menos provechosas, Timoneda enfatiza la prioridad hacia la practicidad y eficacia, ajustando el tiempo al objetivo y disponibilidad personal.

En cuanto a medir la efectividad del entrenamiento, Timoneda aconseja llevar un registro preciso de los progresos, adaptándolo al objetivo. Ya sea aumentar la masa muscular, mejorar la resistencia o correr distancias, la medición objetiva es esencial para el perfeccionamiento continuo.

En el mundo del fitness, no hay una duración única que se adapte a todos. Principiantes y expertos pueden tener necesidades distintas. La clave radica en no obsesionarse con la duración exacta, sino en cumplir con la cantidad de trabajo necesaria, descansar adecuadamente entre series y mantener la concentración en la intensidad.

El mensaje es claro: un entrenamiento corto pero efectivo supera a uno largo pero poco eficaz. La atención a la calidad, combinada con la adaptación a circunstancias personales, es la verdadera receta para maximizar los beneficios del tiempo invertido en el gimnasio.