Los hermanos Perales decidieron fundar en 1985 su propia empresa de carpintería de aluminio en Zaragoza, en un momento en el que ninguno de los tres hermanos tenían trabajo pero sí muchas ganas de trabajar y hacer las cosas bien. Jesús perales era el fabricante, el que entendía de aluminio. Su hermano Santiago hacía la tarea de montador y Mariano Perales gestionaba la empresa.

Los tres hermanos, con mucho trabajo y muy buenas referencias de lo que hacían, sacaron adelante una gran empresa que ha funcionado sin siquiera tener un rótulo en el taller. El don de gentes y el boca a boca ha sido suficiente durante 40 años para sacar la empresa adelante. Pero Mariano Perales falleció en 2020 y la siguiente generación se incorporó a la empresa para dar un giro hacia la modernidad a esta empresa tradicional.

Erica Perales, hija de Mariano y ahora CEO de Carpintería de aluminio hermanos Perales, estudió para ser abogada laboralista, pero su vida laboral dio un giro cuando tuvo que ayudar en la empresa familiar ante la falta de su padre, por lo que asumió la gestión empresarial.

El reto más grande de la empresa, y de sectores tradicionales como el suyo, es que «se ha vuelto muy difícil encontrar gente que funcione tan bien, no hay carpinteros de aluminio hoy en día», asegura la CEO, que ve cómo la falta de profesionales está afectando a todos estos negocios, ya que ya no hay cursos de FP que enseñen estos oficios.

La empresa ha sabido mantener la cartera de clientes a lo largo de los años gracias a su cuidada atención y a un trabajo impecable, pero ahora que los hermanos Perales se han jubilado, Erica lucha por mantener lo que les ha hecho llegar hasta aquí. «Yo sigo diciendo que somos los Perales, que esto sigue en las mismas manos y que nuestra forma de trabajar queremos que sea la misma«, asegura. Aunque para ella hacerse un hueco en un sector que siempre ha estado predominado por hombres ha supuesto un reto aún mayor.

NUEVOS HORIZONTES

Para mantener a flote el negocio, Erica ha sabido ver muy bien la necesidad que tenía la empresa de dar un giro hacia lo que el mercado está demandando, además de dar un salto hacia la digitalización que era un paso más que necesario.

Otro de los nuevos cambios ha sido poner sobre la mesa una planificación estratégica, que Erica ha podido llevar a cabo gracias a hacer un Máster de dirección de empresas, mediante el cual estudió el mercado y tomó la decisión de «engancharse al carro», sin perder de vista lo que les ha hecho ser quienes son, que es el aluminio.

«Me he dado cuenta de que hay que instaurar una línea de PVC más asequible y mantener nuestra marca estrella, que es el aluminio, que al final es un producto que es de alta calidad y no todo el mundo puede permitirse, pero que nosotros, por supuesto, lo vamos a mantener», asegura.

Por otro lado, Erica ha plasmado una alianza estratégica con un asesor energético para poder ayudar a los clientes a conseguir la subvenciones que, desde la DGA y desde Europa, están dando por el cambio de las ventanas. Un ‘win to win’ para todos, sobre todo para el cliente que puede conseguir la subvención.

Hoy en día es difícil mantener un negocio si no se entra en el barco de la digitalización, por lo que era un paso lógico a dar el cambio de lo que habían hecho hasta el momento los hermanos Perales, que había sido trabajar gracias al boca a boca y pasar al mundo digital y a dejarse ver por las redes. Desde tener una página web, hasta moverse por Linkdin o Instagram: «Nuestra idea es mezclar los dos mundos, el de toda la vida, que nos ha funcionado siempre y adaptarnos a los tiempos de ahora porque si no te quedas atrás».