La Unión Europea ha dado un paso significativo hacia la sostenibilidad empresarial con la aprobación de la Directiva sobre Información de Sostenibilidad Corporativa (CSRD, por sus siglas en inglés), que entró en vigor el 1 de enero de 2024.

Esta nueva legislación marca un hito en los esfuerzos de la UE por aumentar la transparencia y la responsabilidad en materia de impacto ambiental de las empresas, exigiendo un cálculo detallado y la divulgación de las emisiones de CO2 generadas por sus cadenas logísticas.

Un ejemplo de adaptación a esta nueva realidad es la iniciativa de JCV Shipping & Solutions, que ha integrado en su plataforma un informe de huella de carbono homologado para todas las operaciones de exportación e importación de sus clientes.

Desarrollado en colaboración con Pledge y alineado con la norma ISO:14083 y el marco GLEC, este informe abarca todos los modos de transporte y proporciona una evaluación detallada de las emisiones asociadas, lo que refleja la creciente importancia de las herramientas digitales en la gestión sostenible del transporte y la logística.

LA IMPLEMENTACIÓN DE LA CSRD

La CSRD forma parte de un conjunto de iniciativas de la Unión Europea destinadas a combatir el cambio climático e integrar consideraciones ambientales en el núcleo de las operaciones comerciales. A partir de 2024, las empresas sujetas a esta directiva deberán informar sobre las emisiones de CO2 del año anterior, lo que representa un cambio significativo en cómo las empresas europeas abordan su responsabilidad ambiental.

La implementación de la CSRD se llevará a cabo en fases, comenzando en 2024 con empresas de más de 500 empleados.

En 2025, se expandirá para incluir empresas con más de 250 empleados y una facturación superior a los 40 millones de euros, o un balance de más de 20 millones de euros. Para 2026, las PYMES cotizadas (excepto microempresas), entidades de crédito y aseguradoras cautivas no complejas deberán cumplir, y en 2028, se aplicará a empresas de matriz extracomunitaria que facturen más de 150 millones de euros en la UE.

El cumplimiento de la CSRD implica la adopción de un método de cálculo homogéneo para todas las entidades afectadas, lo que no solo garantiza la precisión y transparencia en el reporte de emisiones sino que también introduce un nuevo aspecto de competitividad empresarial. Las organizaciones deberán adaptarse a esta normativa para evitar riesgos legales y financieros significativos.

Para facilitar el cumplimiento, la norma ISO 14083:2023 ofrece un marco metodológico internacional para la cuantificación y el reporte de emisiones de gases de efecto invernadero en el transporte. Esta normativa ayuda a las empresas a estandarizar la medición y comunicación de sus emisiones, cumpliendo con las exigencias de la CSRD.