El mercado inmobiliario de segundas residencias está en plena ebullición. Con una demanda que no ha dejado de incrementarse tras la pandemia, los precios también han ido escalando y, a día de hoy, mientras que en el sector residencial hay una clara tendencia de estabilización desde finales de 2022, en el caso de zonas vacacionales, especialmente de playa, rozan e incluso superan los valores alcanzados antes de la crisis de 2009.

Respecto a los destinos de mar, así lo refleja el completo informe ‘Vivienda en la Costa 2023’, elaborado por Tinsa. Concretamente, el valor medio, considerando tanto primera como segunda residencia, registró en el primer trimestre del año una variación interanual del 4,1 % en el conjunto de municipios costeros, hasta 1.591 €/m2, frente al incremento del 3,5% observado durante el mismo periodo de 2022.

El 91% de los 250 municipios del litoral español analizados en el informe aumentó el precio medio de la vivienda (1ª y 2ª residencia) en el último año, según las tasaciones de Tinsa. Los mayores incrementos, por encima del 10%, se localizan en Islas Baleares, Comunidad Valenciana y Andalucía.

Pero si se acota el mercado exclusivamente a viviendas dedicadas a segunda residencia, el valor medio se dispara hasta los 2.550 euros el metro cuadrado en el primer trimestre, lo que supone un incremento del 6,3% respecto al mismo periodo de 2022. De este modo, el valor medio de la segunda residencia se sitúa, de media, un 35% por encima de de la vivienda de primera residencia en la zona de costa.

CASOS CONCRETOS: DE SALOU A PANTICOSA

No obstante, hay que tener en cuenta que los inmuebles que más están aumentando de valor no están situados en las zonas más demandadas por los aragoneses, siendo las islas Baleares las que presentan un mercado más prohibitivo, seguidas de provincias como Alicante o Málaga.

Revisando los destinos de playa más frecuentados por los habitantes de la Comunidad, correspondientes a las provincias de Tarragona y Castellón, dada su cercanía, se pueden encontrar pisos en venta con precios que parten de los 55.000 euros, con opciones entre los 45 y los 60 m2, en Salou. En esa misma zona, si lo que se busca es obra nueva, hay que optar por la localidad de Barenys, donde se pueden encontrar viviendas de 70 m2 en torno a los 175.000 euros.

Otro de los destinos clásicos de los aragoneses, Peñíscola, ofrece oportunidades de obra nueva en la zona de Llandels por poco más de 100.000 euros (96 m2). Si lo que se busca es una residencia de segunda mano, hay apartamentos pequeños (50 m2) a partir de los 43.000 euros.

Si nos vamos al Pirineo aragonés, la realidad es que los precios también son elevados, debido principalmente a que la oferta es mucho más reducida. A este respecto, hay que tener en cuenta que el metro cuadrado más costoso de Aragón se encuentra en la localidad de Sallent de Gállego y, en segunda posición, está el también pirenaico municipio de Benasque.

En el caso de Sallent, cercano a las pistas de Panticosa, los precios van desde los 100.000 euros un piso de dos habitaciones y 47 m2. La obra nueva es muy limitada, de hecho en el portal inmobiliario Fotocasa sólo se oferta un chalet de 285 m2 por un precio de 520.000 euros.

También hay que tener en cuenta que el hecho de estar cercano a las estaciones de esquí supone un coste extra, por lo que aquellas personas que no estén interesados en esquiar y busquen una segunda residencia en la montaña, pueden optar por zonas como, por ejemplo, Bielsa. En el municipio pueden encontrarse apartamentos de segunda mano de 40 m2 a partir de 66.000 euros.