Han sido días soleados en España, pero la AEMET advierte de un cambio radical: el frío invernal y la nieve regresan. Mientras estaciones de esquí conocidas como Baqueira Beret y Sierra Nevada prosperan, otras han caído en el olvido.

ESTACIONES DE ESQUÍ ABANDONADAS

Cadenas montañosas como La Mogorrita en Cuenca, que alguna vez albergó una modesta estación de esquí, cerraron en 1992 por no poder satisfacer la demanda y la falta de inversiones. A pesar de su cierre, la montaña persiste como punto de referencia para amantes de la naturaleza y el montañismo.

En León, el Puerto de Tarna soñaba con convertirse en un destino de esquí prominente, pero los fondos se desviaron hacia San Isidro, dejando las instalaciones abandonadas. Este proyecto frustrado marca un cambio en la planificación turística local.

En Lleida, La Vall Fosca prometía ser un ícono del deporte invernal en el sur de Europa. Sin embargo, problemas financieros, obstáculos burocráticos y ambientales han dejado el proyecto inconcluso. Aunque han surgido propuestas de reactivación, la esperanza reside en encontrar una solución que rescate las estructuras y revitalice la economía local.

EL FUTURO DE LAS PISTAS

Estas estaciones olvidadas cuentan historias de oportunidades perdidas, pero también son recordatorios de la importancia del turismo invernal.

Mientras los esquiadores disfrutan de las estaciones activas, la esperanza se mantiene viva para que estas estaciones abandonadas algún día vuelvan a cobrar vida.