Tras más de una década de investigación, un equipo de la Universidad de Cambridge ha desenterrado los secretos de una ciudad perdida entre Roma y Nápoles, desafiando las percepciones sobre la caída del Imperio Romano. Bautizada como Interamna Lirenas, esta urbe, que alguna vez fue apreciada por Julio César, yacía sepultada bajo 230.000 metros cuadrados de llanuras cerca de la abadía de Montecasino.

Los historiadores, inicialmente considerando a Interamna Lirenas como un insignificante asentamiento desaparecido durante la decadencia itálica, quedaron atónitos al descubrir la magnitud de la ciudad a través de avanzadas técnicas de radar de penetración. Guiados por el Dr. Alessandro Launaro, líder del equipo de arqueólogos, la excavación selectiva reveló una ciudad que desafía las narrativas históricas.

Este enclave, llamado «uno de los descubrimientos más emocionantes de las últimas décadas«, desafía la cronología tradicional de la decadencia imperial. Interamna Lirenas no fue simplemente un poblacho, sino una ciudad próspera con un teatro cubierto, mercados, almacenes, un puerto fluvial y fábricas de cerámica.

El teatro cubierto, destacando por su rareza y sofisticación, sugiere una riqueza cultural y económica inesperada. Con capacidad para 1.500 espectadores, su uso continuado a lo largo de los siglos refleja la importancia de las actividades culturales. Los habitantes, según los investigadores, tenían un gusto refinado, respaldado por evidencias de renovaciones financiadas por un mecenas adinerado.

La presencia de mercados, almacenes y fábricas locales contradice la noción de un asentamiento en declive que solo recibe bienes manufacturados externos. La evidencia sugiere una economía activa y diversificada, revelando una asombrosa capacidad de adaptación y resistencia al tiempo, manteniéndose activa durante más de 900 años.

Este hallazgo, posible gracias a tecnologías de radar de penetración, destaca el papel transformador de la arqueología moderna. Estas herramientas, vistas previamente en el descubrimiento de un canal fluvial que conectaba las pirámides egipcias, permiten a los arqueólogos explorar sitios históricos de manera precisa sin alterar el entorno. La historia de Interamna Lirenas no solo desentraña los misterios del pasado, sino que también ilustra cómo la tecnología está redefiniendo nuestra comprensión de las civilizaciones antiguas.