En la Antigua Roma, las termas eran epicentros de vida social y política. En la actualidad, en España, encontramos balnearios que ofrecen días de relajación y autocuidado. Un ejemplo destacado es el Balneario Termas Pallarés en Zaragoza, hogar del mayor lago termal de Europa.

Desde 1863, el Balneario Termas Pallarés ha sido un referente entre los grandes balnearios del siglo XIX en España. Su encanto y grandeza se manifiestan en un lago termal único en el país, donde el agua mana constantemente a una agradable temperatura de 34º C. Rodeado por un entorno natural excepcional, este lugar se convierte en una experiencia única.

El lago, alimentado por varios manantiales en su fondo, fluye con agua termal a 32º C, siendo el único de su tipo en Europa. Este oasis de relajación ofrece la posibilidad de bañarse en cualquier época del año.

El Balneario Pallarés permite a aquellos no alojados en sus hoteles disfrutar del Lago Termal. Las entradas diarias, a un precio de 21€ por persona, son válidas durante todo el horario de apertura. Los niños menores de 4 años tienen acceso gratuito.

Las aguas del lago se clasifican como de mineralización media, bicarbonatadas, sulfatadas, cálcico-magnésicas y ligeramente radioactivas. Sus propiedades terapéuticas se manifiestan en el alivio de dolencias articulares, sedación y estimulación del organismo. Además, son analgésicas y sedantes, prescritas contra el estrés, la ansiedad y alteraciones nerviosas.

Estas aguas, con propiedades beneficiosas para afecciones respiratorias y renales, se incorporan en programas termales que incluyen tratamientos específicos. Sin embargo, es importante tener en cuenta la adaptación a las normativas sanitarias en cada momento para garantizar la seguridad de los visitantes.