La repentina y desgarradora desaparición de Álvaro Prieto, el futbolista cordobés de 18 años, ha conmocionado a la sociedad española. Su cuerpo sin vida fue descubierto entre los vagones de un tren en la estación sevillana de Santa Justa.

Un descubrimiento que, para complicar aún más la situación, fue accidentalmente transmitido en directo por RTVE, dejando una marca indeleble en la conciencia colectiva.

El misterio alrededor de su fallecimiento ha comenzado a despejarse. Fuentes de la investigación revelan que cámaras de seguridad cercanas captaron el momento en que Prieto, por razones aún desconocidas, subió al techo del tren, tocando la catenaria y recibiendo una mortal descarga eléctrica de 3.500 voltios.

El informe forense preliminar coincide con este hallazgo, señalando evidentes signos de electrocución. Fuentes de Renfe aseguran que el convoy no tenía electricidad por, precisamente, encontrarse en fase de reparación. De hecho, en la mañana de ayer realizó su primer recorrido de prueba tras la avería. Lo hizo sin pasajeros.

Fue el momento en el que las cámaras de la televisión pública captaron el cuerpo de Álvaro. En una primera aproximación, los forenses datan la muerte del joven el mismo día de su desaparición, la mañana del pasado jueves 12 de octubre.

Precisamente, la última vez que se tuvo noticia de Prieto fue la madrugada del 12 de octubre. Después de una noche de diversión en Sevilla con amigos, tenía la intención de regresar a Córdoba en tren. Sin embargo, una serie de infortunios, incluyendo perder su transporte y quedarse sin batería en el móvil, lo dejaron varado en la estación sevillana.

¿Qué lo llevó a subir al tren? ¿Estaba tratando de encontrar un refugio o tomar un atajo? Esas son preguntas que quizá nunca tengan respuesta.

El tren, que llevaba inactivo desde el 24 de agosto, solo fue puesto en marcha el lunes para mantenimiento, revelando el trágico descubrimiento. Coincidentemente, la policía planeaba inspeccionar esa misma área el día en que las cámaras de RTVE filmaron el cuerpo de Prieto.

La comunidad académica y deportiva en Córdoba, donde Álvaro era estudiante de Ingeniería y futbolista del Córdoba FC, se ha unido en duelo. La Universidad ha guardado un minuto de silencio en su honor y el Ayuntamiento decretó un día de luto oficial.