«Lo que no se entiende es como se puede llegar a ese extremo», explica una persona cercana al suceso. En el bar de Pedro, un vecino de toda la vida de Boltaña, nadie podía pensar que la noche iba a acabar en tragedia.

Fernando estaba con dos amigos charlando y tomando algo, como hacían muchos días. Fue una discusión banal, dicen algunos de los presentes. «No se pegaron puñetazos ni hubo mucha violencia», explican. Lo cierto es el agresor parecía estar en estado ebrio pero consciente de la situación.

En un momento dado, se dirigió a Fernando, a quien conocía del pueblo y ambos comenzaron a discutir sobre las copas de más que se había bebido el agresor y temas banales. En ese momento, la víctima intentó alejarse de su agresor y al procurar alejarlo de su lado éste se desequilibró y cayó al suelo.

Los amigos de Fernando intervinieron para separar al igual que los presentes y el agresor, tras levantarse del suelo, se marchó. Lo que nadie imaginaba es que iba a volver al bar, esta vez con una navaja «opinel» en la mano. Sin apenas mediar palabra se la clavó en el pecho a Fernando provocándole una gravedad irreversible que acabaría con su vida.

Tras la agresión salió del bar al parecer huyendo de la escena del crimen y fue detenido un rato después cerca del lugar donde, desde que llegó al pueblo, tiene una empresa de deportes de aventura.

La Guardia Civil está intentando averiguar si hubo algún otro motivo para el apuñalamiento. «fallecido por muerte violenta», es todo lo que el gabinete de prensa de la Benemérita en Huesca ha trasmitido a los medios de comunicación. Ahora el trabajo está en manos de la Policía Judicial de la Guardia Civil.

MINUTO DE SILENCIO Y HOMENAJES

Los cerca de mil vecinos de Boltaña están consternados. Horas después del crimen se reunían en la plaza, cerca de donde sucedió todo, en un minuto de silencio en recuerdo y memoria de Fernando, hijo de Paco Sarrablo y hermano de Francho, ambos integrantes de la Ronda de Boltaña.

Precisamente otro amigo de la familia transmitía en redes sociales horas después del apuñalamiento su profundo pesar por la pérdida y recordaba a Fernando con una canción que su hermano Francho compuso, «Hijos de Nabaín». Parte de la letra de esta composición dice así: «Duerme gigante en las estrellas. Tozal de aliagas, viejo amigo. La noche a los lejos es más bella. Mientras sueño contigo».