Las sesiones de investidura en el Congreso de los Diputados en Madrid está transcurriendo entre fuertes medidas de seguridad. En total cerca de 1.300 agentes de Policía Nacional de la capital y también desplazados desde distintos puntos de la geografía española.

El objetivo, crear un ‘cerco’ en torno a los diputados ante una posible intrusión en la Cámara Baja ante una previsible investidura de Pedro Sánchez con el apoyo de los grupos independentistas con quienes ha pactado.

Las protestas por la Ley de Amnistía y contra los pactos del líder socialista en las puertas del Congreso están siendo especialmente vigiladas por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, también por unidades llegadas desde la capital aragonesa.

Según fuentes policiales, en estos momentos hay medio centenar de agentes de Policía Nacional pertenecientes al grupo de la XI Unidad de la UIP, ‘Unidad de Intervención Policial’, con base en Zaragoza. Es habitual que este tipo de unidades se mueva por España ante algún evento que necesite una especial vigilancia. Ya lo hicieron durante las revueltas del Procs catalán.

No solo desde Aragón, también se han desplazado agentes de las UIP desde otras provincias españolas. De la misma manera que lo hicieron en la investidura de Mariano Rajoy, cuando la Coordinadora 25-S convocó a sus bases bajo el lema ‘Asalta el Congreso’. Entonces hubo más de 1.000 agentes desplegados en el entorno del Congreso.

Evitar imágenes como la que dio la vuelta al mundo en el Capitolio estadounidense el seis de enero de 2021 en Washington. Manifestantes jaleados por Donald Trump asaltaron el edificio e invadieron varias zonas del mismo durante horas.

VIGILANCIA DESDE EL CIELO Y EL SUBSUELO

Las unidades UIP, como la de Zaragoza, vigilan posibles algaradas en la calle y tienen como objetivo cercar las manifestaciones y convocatorias en las inmediaciones. Pero la Policía Nacional lleva días en la zona con una vigilancia invisible.

Unidades de subsuelo y de drones y helicóptero llevan días en la zona controlando el perímetro para que no haya elementos sospechosos en la zona, por ejemplo, algún objeto sospechoso que se haya dejado escondido sin ser visto días antes.