«Mira como me dejaron el cartel de la tienda; completamente arrugado. Y lo vi que estaba colgando cuando llegue a la mañana siguiente», explica Carmen, una comerciante que regenta un negocio familiar en la calle Monasterio de Siresa, en el barrio zaragozano de Las Fuentes.

El cristal de escaparate partido, el cártel quemado y parte de la fachada también por un incendio que el pasado sábado de madrugada se produjo en varios contenedores que están literalmente a escasos metros de la tienda de Carmen.

Un comercio de barrio que todos conocen y que está ahí desde el año 1979. «Y nunca había pasado nada, en los más de 50 años de historia, nada de nada hasta ahora», replica Carmen. Por suerte el seguro cubre los desperfectos pero nunca pensó que tendría que usarlo. «Te sientes desvalida, desprotegida porque puso ser mucho más; pudo dejarnos sin negocio», insiste esta comerciantes de Las Fuentes.

No fue el único contenedor que ardió durante los días festivos del pasado puente de la Constitución. Los vecinos de la zona insisten en que llegaron a arder hasta cuatro contenedores y varios cajeros automáticos de una entidad bancaria cercana resultaron dañados. Actos vandálicos que cuestan al consistorio una media de dos millones de euros al año.

150 CONTENEDORES QUEMADOS EN 2023

Los contenedores son el principal objetivo de los vándalos. En lo que va de año ya han ardido cerca de 150 en la capital aragonesa. Los comercios cercanos, los vehículos estacionados cerca e incluso los vecinos que pueden vivir en los pisos más bajos son los más afectados.

«He tenido que poner unos carteles para que los lean los clientes diciendo que la quema de un contenedor nos ha obligado a modificar el escaparate, encima en vísperas de estas fechas navideñas tan rentables para nosotros por el aumento de compras», dice Carmen de Las Fuentes.

La policía investiga la posible autoría de estos actos vandálicos que esta vez han afectado al barrio de Las Fuentes pero que se suceden a lo largo del año en varios barrios de Zaragoza. «Es difícil, lo se, pero deberían incrementar la vigilancia o soterrar la basura porque un día puede suceder una desgracia», añade Carmen.