Había 1.250 participantes y cerca de 500 vehículos, algunos de ellos trucados y customizados para competir, para exprimir al máximo el motor y subir la dosis de adrenalina.

Hablamos de un operativo que la Guardia Civil realizó en julio de 2021 en el polígono Empresarium, del zaragozano barrio rural de La Cartuja. un año antes la escena se había vuelto a repetir. Por eso casi un año después, Benemérita y Policía Local de Zaragoza prepararon un nuevo dispositivo.

Esta vez los agentes habían ido antes y, ocultos y a la espera tras conocer que se había realizado por redes sociales una nueva quedada, esperaron para grabar trompos, coches a toda velocidad, derrapajes, arriesgados caballitos con motocicletas… Todo vale para subir los decibelios del cuerpo, incluso estar a punto de jugarse la vida.

Mucho público, consumo de drogas, imprudencias al volante, La Cartuja sigue siendo el lugar idóneo y la policía lo sabe. Prueba de ello, un nuevo dispositivo de control por las denuncias de quienes ven muchas noches, no solo en fines de semana, como hay quien recorre las calles de este polígono pensando que está en una competición.

‘A TODO GAS’ Y DROGADOS AL VOLANTE

«Ante la detección de nuevas concentraciones para la exhibición de vehículos en el Polígono Empresarium, agentes de la Unidad de Apoyo Operativo de esta Policía Local han llevado a cabo un nuevo dispositivo especial de prevención de la Seguridad Vial», explican en una nota resumida pero donde dejan entrever que este emplazamiento sigue siendo el lugar elegido y ellos lo saben.

En tres horas, de 00:00 a 3:00, entre el viernes y el sábado pasado, el resultado ha sido interesante: más de medio centenar de vehículos parados con el resultado de 12 denuncias por incumplimiento de las condiciones técnicas por haber alterado las mismas sin la preceptiva autorización técnica.

Una por conducir un vehículo con presencia de drogas en el organismo tras resultar la prueba positiva en cannabis, metanfetamina y anfetamina, y otra por circular a una velocidad excesiva y no adecuarla a las condiciones de la vía. Controles en los últimos años que no han impedido que vuelvan a celebrarse encuentros, pero con estas intervenciones, el mensaje es claro: la policía lo sabe.