Fiscalía y acusación particular sostienen que el acusado, de 74 años, durante los años 2019 y 2020 habría abusado sexualmente de la hija de su hija adoptiva, con quienes compartía domicilio.

La víctima, de 15 años en el momento de los hechos, sufre una discapacidad intelectual por inteligencia límite y déficit de atención, según consta en sumario, con una invalidez reconocida del 38%.

Dice fiscalía que «con ánimo libidinoso, empezó a entrar en el baño cuando la menor se estaba bañando para verla desnuda, y con el pretexto de hacerle cosquillas aprovechaba la situación para tocarle los senos y las nalgas».

Otro de los hechos mencionados dentro de la información trasladada al juez tuvo lugar en un centro comercial de la capital zaragozana. El acusado llevó a su nieta a dicho centro comercial y cuando la menor se encontraba en el interior de un probador de una tienda le pidió que le mostrara los senos, y al negarse ésta, en contra de su voluntad, le subió la camiseta, le tocó los pechos y se los lamió.

Al regresar a su domicilio le dijo, según estas mismas fuentes consultadas por HOY ARAGÓN, que si se lo contaba a su madre «mataría a su gata«, conocedor de la importancia que tenía para la menor.

Añaden las acusaciones que al menos entró en cinco ocasiones en el dormitorio de su nieta y, contra su voluntad, se metió en su cama y le realizó tocamientos, obligándola a masturbarle y efectuarle felaciones.

LE OFRECIÓ 100 EUROS POR PASAR LA NOCHE JUNTOS

Según declaraciones de la víctima y fuentes cercanas a ella, el acusado también llegó a penetrarla vaginalmente contra su voluntad, mientras volvía a amenazarla con hacerle daño a ella y a su mascota.

Estas mismas informaciones añaden que llegó a ofrecer a su nieta 100 euros por pasar la noche con él, momento en el que ésta se lo contó a su madre e hizo, al parecer, que el acusado ab abandonase el domicilio.

Según los informes médicos aportados, la menor presentaba sintomatología de tipotraumático y ansioso-depresivo, por la que está recibiendo tratamiento médico y psicológico.

Por su parte, la defensa alega que su cliente nunca ha hecho nada de lo que se le acusa, mucho menos en lo relativo a felaciones, masturbaciones o penetraciones vaginales, ya que padece de impotencia desde hace varios años y es incapaz de mantener ningún tipo de relación sexual.