No era la primera vez que este hombre, acompañado de otro compañero de trabajo, iban a un bar a comer y dejaban la comida sin pagar. «¡Apúntalo en la cuenta y ya te pagaremos!» Les decían a los dueños de los locales de Tauste.

Sucedió en el mes de marzo. El acusado dijo al dueño, según consta en la información referente al posterior juicio, que pagaría lo consumido cuando cobrara por los trabajos que estaba haciendo 15 días después.

Tras haber finalizado los mencionados trabajos no abonó las consumiciones de varios días con un valor de 203,50 euros. Al final llegaron a deber más de 400 euros en dos locales diferentes.

La mujer del acusado llegó a llamar a los restaurantes para pedir disculpas y pagar la cuenta, pero se dejó un ticket de más de 200 euros. El del Asador Candeque, en el que estuvo comiendo varios días sin pagar las cuentas pendientes.

Uno los dos comensales llegó a pagar el importe relativo a la deuda y su responsablidad civil, pero el otro no. Incluso tras ser citado a juicio, no llegó a presentarse al mismo. De hecho, el acusado iba a declarar por videoconferencia desde Córdoba, su ciudad de origen.

Los hechos constituían un delito leve de estafa dado que el perjuicio económico no superaba los 400 euros. La multa ascendía a diez euros por día, al tener un trabajo conocido, durante un periodo de uno a tres meses.

DE UNA MULTA A UNA PENA DE 45 DÍAS DE PRISIÓN

El abogado que defiende al Asador de Tauste, Marco Antonio Navarro, continuó con el proceso judicial y el juez, al comprobar que el penado no hacía frente a los 900 euros de indemnización, ni a los 203 euros de la deuda del asador, y se declaraba insolvente decidió cambiar el castigo.

«Un día de privación de libertad por cada dos cuotas diarias no satisfechas», decretó el juez. dicho y hecho; el condenado acumulo tales impagos que ha acabado siendo condenado a 45 días de privación de libertad. Ahora el ‘simpa’ deberá ingresar en un plazo máximo de quince días en un centro penitenciario de su elección para cumplir su condena, que no admite recurso alguno. Un ‘simpa’ que ha salido muy caro y que puede sentar precedente y jurisprudencia para otros que se quieran ir sin pagar.