El entorno de la calle Pignatelli vivió hace días un tiroteo a plena luz del día entre un vecino del barrio y la Policía Nacional. Desde entonces, y por la insistente presión del barrio, la Delegación del Gobierno ha ordenado la actuación de la Policía Nacional en numerosas ocasiones para actuar en establecimientos clandestinos, locales de narcotráfico o edificios okupados.


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La destacada presencia policial ha vuelto a alterar este barrio que últimamente está en el punto de mira, sobre todo tras el tiroteo que un hombre armado con un revólver protagonizaba el pasado domingo con agentes de la ley.

Las operaciones policiales desde hace menos de un mes se producen cada dos o tres días en el entorno de Pignatelli. Los ejemplos son múltiples: a principios de noviembre en un fuerte despliegue policial se desarticuló un clan dedicado a la venta de droga con la detención de 7 personas, una de ellas estaba busca y captura.

A finales de noviembre, en otro ejemplo, un operativo directamente coordinado desde la Delegación de Gobierno desplegó entre las calles de San Pablo, Predicadores, San Blas, Boggiero, Cerezo y Mayoral un gran número de efectivos, tanto de la Unidad de Prevención y Reacción –UPR- como de los ‘Centellas’, unidad motorizada de la policía, para poner coto a la delincuencia. 

O lo sucedido el último domingo de noviembre, cuando dos okupas se encaramaban al tejado de un edificio del barrio Pignatelli en el que llevan viviendo meses sin que nadie haya tomado medidas al respecto y comenzaban a tirar tejas y otros objetos punzantes a los transeúntes.


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En otra zona de la ciudad, hace sólo dos semanas, se detuvo a un joven colombiano de 20 años tras el apuñalamiento a otro joven de 19 años en el Parque Grande de Zaragoza sin mediar palabra. Era un reconocido delincuente por la Policía que ya fue detenido en agosto por una reyerta con machetes en el parque del Tío Jorge.

En esa ocasión, fue una pelea entre bandas latinas, una de ellas ilegalizada por el Tribunal Supremo -la banda latina Dominican Don’t Play- que es definida como criminal y excesivamente violenta.

¿HAY TANTA CRIMINALIDAD?

Pese a estos sucesos tan llamativos que causan impresión en la población por el eco mediático, Zaragoza es una ciudad que goza de una amplia seguridad ciudadana y, por tanto, una delincuencia de las más bajas del país respecto a su población.


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En concreto, la criminalidad en Zaragoza varió un -18,76 por ciento en lo que va de año (hasta el trimestre 3 de 2020) respecto al mismo periodo del año anterior, con una cifra total de 15.270 infracciones penales, según datos del Balance de Criminalidad del Ministerio del Interior.  

Comparativamente, entre las principales capitales de España, la capital aragonesa está por debajo proporcionalmente a Barcelona, Madrid, Sevilla, Valencia e, incluso, San Sebastián.


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Respecto a los robos con violencia e intimidación, desde que comenzó el año hasta finales del mes de octubre de 2020 se han registrado 549 robos.