Actualmente nos encontramos en plena temporada de setas, un periodo que en España tiene lugar desde las últimas semanas del verano hasta mediados del otoño. Desde Mercazaragoza se distribuyen una gran variedad de setas a las fruterías de nuestra ciudad para poder disfrutar de este sabor de temporada. Muchas de ellas, además, provienen de nuestra propia Comunidad Autónoma.  

Y es que en Aragón encontramos una riqueza micológica caracterizada por una notable variedad de colores y formas. En los variados ecosistemas de la región descubrimos algunas de las setas silvestres más emblemáticas, desde los imponentes Boletus hasta las delicadas Lenguas de vaca. Te contamos los rasgos que las diferencian y en qué lugares podemos encontrarlas.  

MUCHAS VARIEDADES

Estas son las setas que puedes encontrar en tu comercio detallista según nos ha explicado Javier Monge, mayorista de frutas y verduras en Mercazaragoza:

Boletus. Son unos de los principales representantes de la micología aragonesa. Su presencia se extiende desde el Pirineo Aragonés hasta zonas del Sistema Ibérico, como el Moncayo y la Sierra de Albarracín. Estos hongos, de sombrero carnoso y pies robustos, suelen hacer su aparición en los bosques a partir del otoño.

Rebollón. Con su sombrero de tonos otoñales, el Rebollón pinta los bosques de la región con su presencia. Es un protagonista destacado en la zona del Moncayo, donde la riqueza del suelo y el clima propician su desarrollo.

Amanita Cesárea. Conocida como «Oro del Bosque», esta seta regala su color dorado a los suelos del Pirineo. Es una de las setas más codiciadas, tanto por su belleza como por su sabor y textura.  

Trompeta Amarilla y Negra. Su presencia es notoria en el otoño, creando armonías visuales en bosques y prados. En la región de Aragón, se pueden encontrar en diversos hábitats, desde bosques de coníferas hasta praderas abiertas en la Sierra de Albarracín y el Pirineo Oscense. 

Senderuela. Pequeña pero llena de sabor. En los meses más fríos, tiñe de matices el paisaje, especialmente en el Pirineo Aragonés. Su pequeño tamaño no debe subestimarse, ya que su sabor intenso la convierte en un ingrediente valioso en la cocina local.

Rebozuelo o Rosignol. Con un característico sombrero ondulado, su presencia se nota en las regiones cercanas al Moncayo. Suele hacer su aparición en la transición entre el verano y el otoño, ofreciendo una opción deliciosa para aquellos que exploran los bosques aragoneses.

Lengua de Vaca. Su presencia es notoria en las zonas frescas y húmedas de la región. Esta seta, de forma única y colores llamativos. Los recolectores suelen encontrarla a principios del otoño, cuando las condiciones son propicias para su desarrollo.  

Seta de Cardo. Despliega sus tonos suaves en los entornos montañosos como el Moncayo. Su versatilidad en la cocina la convierte en una elección apreciada por los chefs locales.

RESPONSABILIDAD Y CONSERVACIÓN

A pesar de poder encontrar setas de primera mano en los comercios detallistas, provenientes de Mercazaragoza, también es común a modo de afición ir personalmente a buscarlas. La recolección responsable es clave en esta búsqueda. Cortar el tallo en lugar de arrancar las setas preserva el micelio, permitiendo su regeneración en el futuro. Además es necesario consultar y respetar las normativas locales para preservar la biodiversidad. 

Según el Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón (CITA), se calcula que se recogen 1.500 toneladas de setas al año destinadas al autoconsumo en nuestra comunidad.  

Las compremos en nuestra frutería de confianza o seamos nosotros los que vayamos a buscarlas, es necesario conservar el producto adecuadamente. Y es que la fragilidad de las setas exige cuidados especiales para su conservación. Javier Monge, uno de los propietarios de Frutas Monge, empresa mayorista situada en Mercazaragoza, nos cuenta cómo hacerlo: “Siempre deben reposar en frío, alejadas de la humedad que podría arruinar su delicada textura. Es recomendable envolverlas en papel de periódico, evitando las bolsas de plástico que podrían generar hongos no deseados. En cámaras frigoríficas industriales, se aconseja el uso de frío estático para preservar su frescura y calidad.”