En las majestuosas tierras del condado de Berkshire, Reino Unido, está el imponente Castillo de Windsor, una joya arquitectónica que ha presenciado mil años de historia.

Este bastión, fundado en el siglo XI por Guillermo el Conquistador, ha sido hogar de 40 monarcas británicos, consolidándose como un hito inigualable en la herencia de la Corona.

Desde sus humildes inicios como fortificación defensiva, el Castillo de Windsor se ha transformado en un ícono arquitectónico. Aunque una reconstrucción posterior al devastador incendio de 1992 ha dejado su huella, se ha logrado una armoniosa fusión de estilos que abarcan desde lo medieval hasta el arte gótico renovado.

EL CASTILLO DE WINDSOR

Además de su imponente presencia, el castillo alberga tesoros artísticos que deleitan a sus visitantes. Obras de maestros como Rembrandt, Rubens y Van Dyck adornan sus paredes, creando un ambiente donde la historia y el arte convergen.

Las dimensiones del recinto, con cinco hectáreas, abrazan la emblemática capilla de San Jorge, la habitación de Waterloo y los apartamentos de Estado.

HISTORIA DE LA FORTALEZA

Dentro de sus murallas, la capilla de San Jorge, erigida en el siglo XV, se distingue por ser la morada final de diez monarcas ingleses. Asimismo, los apartamentos de Estado, utilizados por la reina y la familia real, revelan la grandiosidad histórica y el pulso actual de la monarquía. La casa de Muñecas de la Reina María, obra maestra en miniatura, transporta a los visitantes a la vida aristocrática del siglo XX.