Alcalá de Henares es majestuosa, elegante, sorprendente. Y no es de extrañar, dado su pasado, y su influencia en la cultura española. De hecho, en este rincón del corredor del Henares nació uno de los más grandes de la literatura, Miguel de Cervantes. Tiene una Universidad fundada en 1499 por el Cardenal Cisneros, y que fue clave durante el Siglo de Oro.

Y además, fue declarada Ciudad Patrimonio de la Humanidad desde 1998 ya que fue la primera ciudad diseñada y construida para ser sede de una universidad. Un modelo que sirvió como ejemplo del urbanismo español de la Edad Moderna y que después se exportó por Europa y América.

En la ciudad, nos espera un casco urbano medieval que traslada siglos atrás, con puntos de interés como la catedra de los Santos Niños Justo y Pastor, el Palacio Arzobispal o la calle Mayor, que para más datos, gracias a sus dos kilómetros es la segunda calle porticada más larga de Europa.

Tras Bolonia, Alcalá tiene la segunda calle porticada de Europa / Turismo de Madrid

Para conocer más sobre la Alcalá medieval, se puede visitar el Centro de interpretación del Burgo de Santiuste, nombre con el que se conocía la ciudad en los siglos XII y XIII. El Monasterio Cisterciense de San Bernardo y el Museo Arqueológico Regional, situado en el Colegio Convento de Dominicos de la Madre de Dios, en la plaza de las Bernardas, también son parada en la visita a la ciudad.

En la zona de la universidad, encontraremos joyas como la fachada renacentista del Colegio Mayor de San Ildefonso. Tampoco hay que dejar de visitar el Parador, un antiguo colegio convento construido en el siglo XVII en cuyo interior, además del hotel, hay un restaurante donde disfrutar de recetas castellanas con toques modernos.

Cervantes y su obra están muy presentes por toda la ciudad / Turismo de Madrid

La Casa Natal de Cervantes es parada obligada en nuestra visita a la ciudad. En su interior, se recrea el mobiliario y los objetos que podían haber existido en cualquier casa del Siglo de Oro español. En relación a Cervantes, también se puede visitar la Capilla del Oidor, en la que se conserva la pila bautismal del escritor y que cuenta con interesantes exposiciones temporales. Para conocer mejor la figura del escritor español, hay una ruta de Cervantes que recorre aquellos lugares de Alcalá de Henares relacionados con la vida y la obra del autor de El Quijote.

Y ya que hablamos de literatura, nada mejor que conocer una de las joyas de la arquitectura teatral del siglo XVII español, el Corral de Comedias de Alcalá, considerado el espacio escénico conservado en
funcionamiento más antiguo de Europa.

Si te gusta visitar yacimientos arqueológicos, Alcalá también los tiene. En el entorno de la ciudad hay varios yacimientos, aunque entre ellos destaca sobremanera la ciudad romana de Complutum. Allí, se puede visitar el foro, además de calles e infraestructuras hidráulicas, el Paredón del Milagro (la fachada Norte de la Curia y la Basílica), la Basílica civil, el mercado o las termas.

PARA COMER

Alcalá tiene una amplia oferta gastronómica / El Casino

En la calle Mayor y su entorno se concentra buena parte de la oferta gastronómica del centro de la ciudad del saber, donde es posible disfrutar de tapas y raciones y probar la cocina castellana. Pero ya que estamos en la ciudad del autor de El Quijote, hay que probar los platos que, siguiendo el magisterio del Quijote, se preparan en algunos de los mejores restaurantes de la ciudad.

Entre las direcciones que no hay que perderse, se encuentran El Casino (plaza de Cervantes, 9), un restaurante cuyo origen se remonta al año 1851 y que presenta una cocina de temporada elaborada con productos de proximidad y un atractivo menú del día entre semana por 15,50 euros que permite elegir entre 4 primeros y 4 segundos, además de un menú Ejecutivo por 25 euros. No te pierdas las “Zamburiñas a la brasa”, el “Arroz de carabineros” o los “Torreznos soufflé con pimientos de Padrón”.

La Cúpula (calle Santiago, 18), es un restaurante tradicional donde probar la gastronomía castellana. Está situado en un edificio de 1618 que fue construido para acoger un colegio-convento, y cuenta con una carta con carnes y asados, además de pescados y mariscos.

Si te gusta la cocina fusión, Ki-Jote (C. San Diego, 3) es la mejor opción. Este restaurante, recomendado por la Guía Michelin, presenta una carta basada en la cocina japonesa y sabores mediterráneos diseñada por el chef Óskar Reguilón, formado en el mítico Kabuki. Para acabar con esta selección, nos quedamos con Filato (Avenida Virgen del Val, 8), es un restaurante con cocina non-stop con una cocina internacional basada en arroces, carnes y pescados, además de opciones vegetarianas y veganas.