Jorge Azcón se ha reunido esta mañana con Teresa Ribera, ministra de Transición Ecológica y Reto Demográfico, con el fin de buscar un mayor apoyo por parte del Gobierno Central en política hidráulica.  

El presidente del Gobierno de Aragón ha trasladado a la ministra la posición contraria de Aragón frente a cualquier proyecto de trasvase del Ebro fuera de la cuenca, «la situación ha cambiado radicalmente, pero no lo que piensa Aragón sobre la defensa del agua en el territorio de nuestra CCAA», con el anhelo de una gestión unitaria de la cuenca hidrográfica del Ebro. 

Una afirmación que ha recogido la ministra insistiendo en que «no se ha planteado ninguna actuación que tenga por finalidad ningún trasvase a otra cuenca dentro del Ebro«.

A su vez, Ribera se ha comprometido a desplazarse a Aragón para asistir a una Comisión Mixta de Seguimiento del Pacto del Agua y escuchar «de primera mano» las peticiones. La ministra también podrá informar, en esta comisión, del estado de proyectos como el recrecimiento de Yesa, de la posibilidad de regulación del río Gállego (en alusión a Biscarrués), o de recuperar algunas de las obras que quedaron excluidas del Pacto del Agua, entre otros.  

GESTIÓN UNITARIA

La vicepresidenta, en su intervención, también ha defendido el principio de unidad en la gestión del Ebro como una cuestión «capital» a la hora de defender el interés general. 

La gestión unitaria de la cuenca hidrográfica del Ebro es una aspiración para la Comunidad Autónoma de Aragón. Esta demanda se basa en la necesidad de una gestión integral y coherente del agua en todo el territorio que abarca la cuenca, desde su nacimiento en los Picos de Europa hasta su desembocadura en el Mediterráneo. 

A pesar de los retos y dificultades, la gestión unitaria del Ebro sigue siendo una aspiración fundamental para Aragón. Se trata de una reivindicación que busca garantizar la gestión eficiente, sostenible y equitativa del agua en un territorio de vital importancia para la región. 

Por su parte, desde el Ministerio, Ribera se ha comprometido a anticipar los desafíos del futuro «el Ebro es un río que une diferentes comunidades, genera riqueza y requiere atención». 

Y ha recordado que hay una planificación hidrológica aprobada en enero de 2023 así como un Plan Hidrológico del Ebro que el Gobierno de España pretende que sea respetado y que incluye cuantiosas inversiones en marcha en materia de regulaciones.