El Ayuntamiento de Zaragoza avanza en las obras de transformación del antiguo IES Luis Buñuel en un centro de mayores, marcando la primera fase de un proyecto más amplio para convertir el edificio en un centro cívico completo. Iniciadas en diciembre, la previsión es que finalicen a mediados de abril para que el nuevo equipamiento abra sus puertas en el mes de septiembre.

La alcaldesa, Natalia Chueca, y el consejero de Urbanismo e Infraestructuras, Víctor Serrano, han supervisado los trabajos que se espera finalicen en abril de 2024 con una inversión de 460.887 euros.

El proyecto, adjudicado a Construcciones Rubio Morte, contempla la creación de un centro de mayores en la planta baja del antiguo IES, abarcando 1.722 metros cuadrados. La reconversión busca dar respuesta a las necesidades del distrito del Casco Histórico, que carece de un centro cívico.

La empresa constructora ya ha iniciado el acopio de materiales de obra y se han ordenado, en coordinación con los técnicos municipales, dos catas para conocer el estado de los forjados de dicha planta. En concreto, se hará una en la rampa de entrada al hall principal, para poder estudiar cómo adecuarla a la normativa actual de accesibilidad, y otra en la zona del futuro comedor, que está en dos cotas diferentes y que deberá quedar uniforme y a la misma altura. 

La alcaldesa Natalia Chueca supervisando las obras /Daniel Marcos

La propuesta incluye un comedor, una cafetería, un área de administración, un salón de actos, vestuarios y aulas para clases y talleres. El comedor tendrá un aforo diario para 48 personas. Se llevarán a cabo demoliciones de tabiques y forjados, así como nuevas instalaciones y carpintería.

Este proyecto de reconversión es la primera fase de un plan más extenso que busca transformar el edificio en un centro cívico completo. El edificio cuenta con un amplio patio para actividades al aire libre y un espacio cubierto en la alineación de la calle Celma.

La intervención se realiza después de que los tribunales anularan el acuerdo de cesión a la asociación ocupante y ordenara su desalojo el pasado mes de febrero. Tras la desocupación, el Ayuntamiento realizó una limpieza profunda y retirada de residuos, garantizando la salubridad del edificio.

La alcaldesa ha aseverado que el equipo de gobierno va a mantener su «apuesta por el Casco Histórico», materializada hasta el momento en las reformas de las calles Predicadores, Ramón Celma, Agustina de Aragón o los entornos de las plazas Sas y Magdalena, con 2 millones de euros ejecutados en total.

Asimismo, ha manifestado su compromiso de empezar, en breve, con la reforma de la calle Manifestación, que se adjudicará «muy pronto» y que contará con una inversión de 700.000 euros.