Los parques, jardines y zonas arboladas de Zaragoza cuentan, desde hace unos días, con un gran ejército casi invisible que se ocupa de luchar sin descanso contra pulgones y otros “bichos” dañinos. Son más de 125.000 ejemplares, la mayor parte de ellos Adalia bipunctata (Mariquita de dos puntos), Crisoperla carnea (Neuróptero voraz depredador de pulgón) y  Sírfidos (Moscas de las flores). 

No es la primera vez que el Ayuntamiento de Zaragoza, a través del Servicio de Parques, Jardines e  Infraestructuras  Verdes,  utiliza esta estrategia  sostenible  en  la lucha contra plagas que dañan las especies vegetales de la ciudad. Este año, sin embargo, se ha reforzado su presencia, con un 21% más de ejemplares que el pasado año, distribuidos en prácticamente todos los barrios y distritos. 

El Control Biológico consiste en utilización de insectos beneficiosos, como la mariquita, que se liberan de manera controlada, que ayudan a restablecer el equilibro natural de determinadas plagas del arbolado de la ciudad. Es una técnica natural y por tanto respetuosa con el medio ambiente y la salud de las personas. Gracias a ella, es la propia naturaleza la que se encarga de buscar el equilibrio en el entorno sin la necesidad aplicar productos químicos. 

La metodología de trabajo consiste en liberar estos insectos en los árboles, arbustos o plantas objeto de tratamiento, hacer un seguimiento continuado de sus poblaciones para determinar la evolución de estos insectos útiles y comprobar su capacidad de establecerse y formar parte del ecosistema urbano. 

Esta estrategia forma parte de un nuevo enfoque, más global, sostenible y saludable, pensando en las personas y aportando soluciones basadas en las naturales para conseguir los objetivos de desarrollo sostenible de Zaragoza.