Cuando una empresa que lleva una trayectoria de 35 años inicia un cambio generacional surgen retos difíciles para quien entra, sobre todo si tiene la intención de renovar los procesos y de incluir en el foco de los objetivos cuestiones de las que nunca antes se había hablado.

Este fue el reto más grande con el que se encontró Silvia Lasheras cuando tomó el relevo de su tío en Tecalsa, empresa aragonesa especializada en asesoramiento, instalación, mantenimiento y reparación de todo tipo de sistemas de seguridad electrónica.

Tras abandonar su anterior trabajo en la banca, Silvia -actual CEO de Tecalsa- se sumergió de lleno en un sector muy técnico y una empresa que, aunque estaba posicionada como referente no solo a nivel regional sino también nacional, necesitaba un cambio. «La intención era cambiar un poco los procesos y adaptarlos a lo actual», sabiendo que tenía que seguir el camino hacia la digitalización, la sostenibilidad y otros procesos que, hasta el momento, no se habían tenido en cuenta.

«Mi compromiso con la empresa es acelerar su crecimiento nacional, buscar la máxima digitalización de la empresa, mayor visualización e identificación de la marca Tecalsa y ser cada vez socialmente más responsables», describe la CEO, todo esto bajo el objetivo que ella misma abandera de «tener cada día clientes más seguros y más satisfechos con nuestro trabajo».

Tecalsa comenzó en Zaragoza aportando sistemas de seguridad a sectores como la banca o joyerías y grandes negocios, pero fue surgiendo la necesidad de abrirse camino a todo tipo de clientes, también particulares. Desde su central receptora, ubicada en Zaragoza, se recogen señales de toda España, incluso de otras empresas instaladoras que no cuentan con una central desde la que se están vigilando 24/7 todos los sistemas de seguridad.

A día de hoy las alarmas siguen siendo el 50% del trabajo, seguido por la protección contra incendios y sin dejar de lado los circuitos cerrados, las cámaras de control de accesos, el control de flotas a través de GPS y otras actividades más.

EL VALOR HUMANO Y EL FUTURO

La demanda ha ido guiando también en parte el camino empresarial de Tecalsa, que ha tenido que adaptarse a realidades como la necesidad de proteger hogares contra los okupas, que ha venido siendo un problema agravado desde la época de la pandemia.

Pero ante cada nuevo reto se va dando una nueva respuesta, y gracias al trabajo incansable de los vigilantes que trabajan en la central receptora de alarmas, Tecalsa ha podido ayudar a los cuerpos de seguridad a actuar rápidamente ante un robo y frustrar las intenciones de los ladrones. «El 50% de Tecalsa es el valor humano que tenemos porque, al final, estamos dejando nuestra seguridad en manos de estas personas», apunta Silvia Lasheras, orgullosa del equipo que le rodea.

La CEO tiene claro el foco de hacia dónde quiere llevar a la empresa, y ese foco es «seguir creciendo como estamos haciendo de una forma organizada y encontrar las tendencias del sector para ir un poco por delante y apostar por las cosas que todavía no han llegado». Además siempre buscando «ser socialmente responsables», que para la CEO es algo fundamental.