En una ceremonia que marcará la historia contemporánea de España, la princesa Leonor ha jurado la Constitución este 31 de octubre, coincidiendo con su 18º cumpleaños, en el Congreso de los Diputados. Este acto solemne no solo simboliza el compromiso de la princesa con el Estado, sino que también confirma su camino hacia las responsabilidades que asumirá como futura monarca.

La heredera al trono ha venido preparándose para su futuro papel. Su formación, alineada con la de su padre, el rey Felipe VI, incluye un periodo de servicio militar de tres años que actualmente está llevando a cabo en la Academia General Militar de Zaragoza. Desde agosto, la princesa ha estado inmersa en el régimen de los cadetes, y se ha integrado plenamente en las rutinas de formación castrense.

La jura de la bandera, acontecida tres semanas atrás, y su compromiso con la Carta Magna, son pasos ceremoniales que se suman a su educación militar y académica. Es un camino que le permitirá comprender y eventualmente asumir el rol de Mando Supremo de las Fuerzas Armadas, un título inherente al jefe del Estado.

Durante su formación, la princesa ha optado por no recibir la remuneración que normalmente se asigna a los cadetes, una decisión que ha sido respaldada por la Casa Real. Los alumnos tienen derecho a un sueldo de 417 euros al mes durante la formación militar y cuando pasan al rol de cadete ronda los 668 euros mensuales, con pagas extraordinarias. La igualdad de trato en la formación pero la diferencia en las condiciones económicas subraya la singularidad de su posición.

El adiestramiento militar de la princesa Leonor incluirá etapas en la Armada y el Ejército del Aire, culminando en 2027 con su promoción a teniente. Las imágenes distribuidas recientemente por la Casa Real la muestran participando en ejercicios militares, simbolizando su dedicación y la seriedad con la que asume sus deberes.

EL BULO DE SUS ESCAPADAS

Por otro lado, desde sectores mediáticos independentistas circulan rumores sobre el régimen de estancia de la princesa Leonor en la Academia General Militar. Estas acusaciones se centran en que la futura Jefa de Estado es trasladada en helicóptero cada fin de semana al palacio de la Zarzuela y abandona la Academia General Militar. Por lo que no pernocta en la institución como sus compañeros.

Sin embargo, fuentes oficiales han confirmado que la princesa se adhiere plenamente al régimen interno de la Academia, salvo los días que por obligaciones de la Casa Real deba ausentarse, como el día de la jura de la Constitución.

Desde su ingreso el pasado 17 de agosto, la princesa de Asturias ha sido clara en su deseo de no recibir un trato preferencial. El rey Felipe VI ha solicitado expresamente que su hija sea tratada como una cadete más, reforzando el principio de igualdad entre los futuros oficiales del ejército.

Aunque se han realizado ajustes en su plan de estudios para cumplir con los requerimientos de su formación, y dispone de apoyo académico adicional, la princesa Leonor comparte las mismas obligaciones y rutina que el resto de los cadetes. La Casa Real ha insistido en que las visitas a la Zarzuela se realizarán conforme a las normas habituales de la academia y no implicarán medios de transporte exclusivos o extraordinarios.

El bulo del helicóptero Super Puma de la Casa Real transportando a la princesa a Madrid ha sido rotundamente desmentido, reiterando que el compromiso de Leonor con su formación y con la igualdad dentro del cuerpo militar es firme y resuelto.