PSOE y Sumar han alcanzado un acuerdo programático para formar un nuevo Gobierno de coalición «progresista» tras cerrar sus líderes, Pedro Sánchez y Yolanda Díaz, los detalles de un pacto que es «fruto de las negociaciones que han tenido lugar desde finales de julio».
El acuerdo para un Gobierno de coalición entre PSOE y Sumar incluye el compromiso de subir el salario mínimo profesional (SMI) durante la legislatura para que no haya pérdida de poder adquisitivo en el colectivo y el despliegue de una ley de cuidados.
Así lo ha indicado la coalición que lidera Yolanda Díaz tras el pacto sellado con los socialistas y que presentará este mediodía la vicepresidenta segunda y el presidente del Gobierno en funciones y candidato del PSOE a la reelección, Pedro Sánchez.
Sumar reporta que el acuerdo introduce avances ambiciosos como la regulación del despido, reforzar el sistema público de salud para reducir las listas de espera, el desarrollo de la ley de vivienda para la regulación de los alquileres y la derogación de la Ley de Seguridad Ciudadana, conocida por sus detractores como ‘Ley Mordaza’.
También, según Sumar, se recoge como iniciativas a desplegar por el eventual Gobierno la reforma de la financiación «territorial» y la reducción de la jornada laboral sin merma salarial para los empleados.
En un comunicado conjunto de PSOE y Sumar, han explicado que el pacto apuesta por el aumento del parque público de vivienda con el objetivo de que alcance el 20% del parque total; la revisión al alza de los objetivos de la Ley de Cambio Climático; la ampliación de los permisos retribuidos por nacimiento; la universalización de la educación de 0 a 3 años, con la garantía de que el acceso a la educación pública para niños y niñas de dos años será para todos al final de la legislatura, y una reforma fiscal «justa» que haga que la banca y las grandes energéticas contribuyan al gasto público.
Las negociaciones se intensificaron durante la jornada de ayer, con una reunión de Sánchez y Díaz para alcanzar un acuerdo, y prosiguieron por la noche para perfilar el pacto sobre la reducción de jornada, que era el principal escollo durante los últimos días.