Comentaba Jorge Mas en su última visita a Zaragoza que el Real Zaragoza tiene que ser un equipo ganador y el ascenso es el único camino para conseguirlo. “Si hay una palabra que define a este grupo inversor y a mi familia es ganar. Hay que ganar, no hay otra. No vamos a darnos por vencidos hasta que no se vea a este club como un club ganador”, expresaba Mas. 

Desde ese momento y con una crisis de resultados por medio, nadie en el club se ha atrevido a volver a pronunciar la palabra ascenso. Tan sólo con la llegada de Víctor Fernández, la ambición y el gen ganador ha vuelto a salir a la palestra. La historia de Víctor Fernández y el Real Zaragoza es la de un eterno regreso, un regreso cargado de identidad con el equipo de su ciudad, gestionado por foráneos que buscan resultados inmediatos. 

Jorge Mas tiene en Víctor Fernández un alma gemela, una persona con una ambición y una ilusión sin límites. El Real Zaragoza se había convertido con Julio Velázquez en un equipo mediocre, con la única aspiración de lograr la permanencia.

Un discurso totalmente diferente al que pronunciaba Jorge Mas, que sabe que el único camino hacia la salvación económica y deportiva pasa por volver a la máxima categoría del fútbol español. 

Con Víctor, Jorge Mas se va a sentir identificado desde el primer partido, con un fútbol alegre y vistoso y sobre todo, dominador. Desde esta misma mañana, en su primera sesión, ya se ha podido comprobar que el ambiente es diferente, que la dinámica va a cambiar y que el Real Zaragoza no se va a conformar con una simple permanencia. 

El grupo inversor comandando por Jorge Mas ha puesto todas las herramientas posibles al alcance de Cordero y Sanllehí para que el conjunto maño sea candidato al ascenso, pero a veces en el fútbol, como en la vida, las cosas no salen cómo uno quiere. Lo que nunca se debe perder es la perspectiva y el camino a seguir

Llamó especialmente la atención en las últimas fechas el mensaje mustio y alicaído del ya ex entrenador Julio Velázquez, completamente superado por una situación, que le vino grande desde el primer día. Mas siempre ha hecho especial hincapié en todo lo contrario, en devolver la grandeza a un club anclado en la segunda división que necesita cuanto antes regresar de dónde nunca debió salir.

Con una permanencia al alcance de la mano, nadie duda de que Jorge Mas y el resto de inversores volverán a la carga la próxima temporada, con un límite salarial todavía más alto y con un capitán al frente del barco que piensa lo mismo, que el ascenso es el único objetivo posible.