Segunda oportunidad para Víctor Fernández en su nueva etapa en el Real Zaragoza para lograr una victoria que rompiera la mala dinámica del equipo. El conjunto blanquillo viajaba hasta Miranda de Ebro para medirse a un Mirandés que tenía el mismo objetivo que los blanquillos, ganar para alejarse del descenso. 

Con bajas de jugadores clave como Mollejo, Francho o Francés, Víctor Fernández alineaba un once formado por Edgar Badía, Mouriño, Lluis López, Jair, Lecoeuche, Toni Moya, Marc Aguado, Liso, Maikel Mesa, Valera y Bakis. El choque, como se esperaba, comenzó igualado, con el Real Zaragoza tratando de hacer daño a la contra con Liso y Valera, pero sin generar peligro. 

Lo intentaba el Mirandés por medio de Jonathan Gómez, tras una buena jugada por banda que pudo sacar el Real Zaragoza a córner. El primer disparo del conjunto zaragocista fue de Toni Moya, pero su lanzamiento salió muy desviado. Bakis veía amarilla en el 33’, tras una falta sobre Tachi. 

Pasaban pocas cosas en un partido sin ritmo, pero con el Mirandés intentando sorprender por medio de Ilyas y Gabri Martínez. El partido llegaba al tiempo de descanso con el empate a 0 inicial y con pocas ocasiones para los dos equipos. Destacó Sinan Bakis en la primera mitad, con mucha más confianza, pero sin ocasiones claras. 

La segunda mitad daba comienzo sin cambios y con el Mirandés llegando con más decisión que el Real Zaragoza. Un par de centro pusieron en aviso a la defensa blanquilla, que no generaba nada en ataque. La más clara del equipo de Víctor Fernández llegó en el 51’, con un disparo de Maikel Mesa que despejó el guardameta local. Liso veía la segunda amarilla de un jugador zaragocista tras una falta en el centro del campo. 

El partido estaba bastante atascado y ninguno de los dos equipos era capaz de mandar en área rival. Víctor Fernández daba entrada a Iván Azón por Sinan Bakis buscando soluciones desde el banquillo. Fue Maikel Mesa en el 72’, el que intentó un disparo que se fue por poco, en una de las mejores ocasiones de un Real Zaragoza que seguía un tanto disperso en ataque. Le costaba mucho llegar al equipo de Víctor Fernández y tan sólo los centros de Liso creaban algo de incertidumbre. 

Una falta que remató Vallejo estuvo cerca de ser el 0-1, pero el jugador del conjunto le pegó mal al balón. El Real Zaragoza lo intentó hasta el final, buscando una y otra vez la meta contraria, en un partido en el que terminó en campo contrario. No hubo tiempo para más y el Real Zaragoza sumaba un punto en un estadio complicado. 

Tras este partido, el Real Zaragoza jugará el próximo domingo frente al Tenerife en el estadio de La Romareda.